La noche del 3 de mayo de 2021 se derrumbó el tramo elevado de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, hecho que cambió la vida de Sergio y de su familia para siempre, pues, hasta hoy, padece de secuelas físicas y psicológicas por la tragedia.
Sergio se dedicó por más de 10 años a instalar cámaras de seguridad. La noche del 3 de mayo del año pasado regresaba de su jornada laboral y, según recuerda, antes de que el tramo elevado se cayera pudo ver la sonrisa en el rostro de Giovanni, el menor de edad fallecido en el incidente.
De acuerdo con Sergio, Giovanni venía acompañado por su padre y llevaba un regalo para su mamá, quien los esperaba en casa; sin embargo, el pequeño jamás llegó a su hogar. Ambos venían en el mismo vagón y el ex instalador de cámaras de seguridad todavía recuerda lo que pasó aquella noche.
Sergio es una de los cientos de heridos por la caída del tramo elevado de la Línea 12. A él se sumaron 26 personas que perdieron la vida, quienes ya no pudieron contar su perspectiva de la tragedia causada por, dicen las autoridades, fallas estructurales.
La esposa de Sergio lo esperaba aquella noche en su casa; pero, al notar su ausencia, se dio cuenta de lo ocurrido por la televisión, por lo que de inmediato acudió a la estación Tláhuac, donde un policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México le informó de la caída de dos vagones.
Tras recibir la noticia, la mujer se acercó en taxi a la zona de lo ocurrido y trató de encontrar a Sergio por horas, cuando, finalmente, le explicaron que su esposo se encontraba internado en el Hospital Xoco, con un estado de salud grave.
“Coraje, enojo, hasta siento una impotencia por culpa de las personas que hicieron mal su trabajo. Estoy lastimado no nada más yo todas las familias que se lastimaron”, dijo Sergio.
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Sergio todavía tiene secuelas físicas en su cuerpo, específicamente, en su brazo de derecho, donde tuvo dos operaciones, tiene cicatrices que llevará toda la vida y perdió la movilidad.
Luego de estar un mes hospitalizado, Sergio fue dado de alta, pero perdió su trabajo como instalador de cámaras de seguridad. Grupo Carso le ofreció una indemnización para cubrir los daños, misma a la que el hombre accedió para solventar sus gastos familiares.
KT