Sofrito es un restaurante con una propuesta diferente en Puebla, y surgió como un emprendimiento de parte de José Eliuth Espinoza Osorio, ganador del premio del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) Puebla en la categoría Joven Empresario del año 2023.
El originario de San Nicolás Buenos Aires, Puebla, localidad conocida como la “tierra de los mejores taqueros del mundo”, apostó por dedicarse al negocio de los alimentos y, ahora, está por abrir una tercera sucursal de Sofrito, un restaurante que destaca por la gastronomía con sabor a Puebla y sus raíces.
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En entrevista para TELEDIARIO, el joven destaca que está por abrir un nuevo Sofrito en la capital poblana, el cual, se sumará a la matriz ubicada en Amalucan, al nororiente de la capital poblana y a la sucursal que opera en la zona del Centro Histórico.
Explica que su profesión como chef no se limita a preparar alimentos, como la paella o las carnitas que son sus platillos estrella, sino que apuesta por la innovación y la profesionalización de negocios.
En este sentido, adelantó que trabaja en un proyecto para registrar su propia marca de carnitas, con la receta de sus abuelos; además de emprender en los segmentos de mole y café.
La propuesta de Sofrito se caracteriza por un menú que integra comida típica poblana, como el emblemático chile en nogada de temporada, además de platillos saludables y menús ejecutivos que se preparan con insumos locales.
Las bases que hicieron posible el restaurante Sofrito en Puebla
El chef de 32 años refirió que desde pequeño comenzó su aventura en el mundo de la cocina. Primero, ayudaba en la taquería de sus padres, entonces ubicada en la Ciudad de México, negocio que, después, se trasladó a la Angelópolis para ofrecer carnitas preservando la receta de sus abuelos.
Con estudios de licenciatura en Gastronomía y una maestría en Alta Dirección para Hoteles y Restaurantes, el galardonado con el premio Joven Empresario del Año tuvo la oportunidad de adquirir experiencia al realizar sus prácticas en Les Chalet du Mont d’Arbois en Megève, Francia; trabajar en el Celler de Can Roca, en España; así como en el hotel Burj al Arab, único en el mundo con siete estrellas, ubicado en Dubái.
Las experiencias en el extranjero le permitió profesionalizar en 2017 el negocio familiar.
“Eso me empapó de querer emprender y hacer cosas nuevas en la industria de alimentos. Toda la vida estuve empapado de ello, desde mis abuelitos, mis papás, mis tíos, toda mi familia en conjunto, que tenían un negocio de comida, todos lo tenían de manera empírica y ahora se profesionaliza, literalmente desde la cuna traigo el tema del servicio de alimentos”, relató.
AGA