Ubicado en el poblado de San Juan Evangelista, en Tlajomulco, está el taller Sixto Ibarra, un espacio familiar de artesanos que data de hace más de 100 años dedicado a la creación de figuras de barro bruñido.
Israel Ibarra, artesano de San Juan Evangelista, narró que el taller nació gracias a Sixto Ibarra, su abuelo y pionero en el poblado. Aunque inicialmente se dedicaba a extraer camote de cerro y nopales, le bastó con encontrar algunas piezas arqueológicas mientras trabajaba para dedicarse de lleno a la artesanía.
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“Aquí en la familia tratamos de resguardar el espacio donde es el taller y prácticamente dejaron su vida plasmada a lo largo de su trayectoria”, agregó Israel.
¿Qué significa para la familia Ibarra el trabajo del artesano?
Según Israel, la labor que llevan a cabo les permite plasmar arte a través de sus manos, además de permitirles crear de manera física todo lo que imaginan en su mente y posteriormente “compartirlo con la gente”.
“Me gusta mucho el plasmar. El barro es un oficio y como material es muy noble, es una manera de nosotros plasmar también hasta cierto punto lo que llevamos dentro, como arte, como creatividad y es un muy buen compañero”, agregó entre risas Israel.
Sin embargo, no todo es color de rosa y se enfrentan a una serie de complicaciones para poder vivir de la artesanía. Entre ellas, el tener que realizar otras actividades a la par para solventar sus gastos.
“Lo más complicado es la cuestión del mercado, a veces estamos acostumbrados a un salario cíclico en la cuestión de los ingresos de los gastos, ya sea para la salud o alimentación. Pero hay momentos en que se ve frenado un poco las ventas”.
Contra todo pronóstico, ellos siguen amando el crear arte
Pese a las complicaciones, según Israel, ellos tratan de mantenerse por gusto y para que las siguientes generaciones continúen con el oficio que el abuelo Sixto les heredó.
El barro bruñido es el proceso que se sigue para dar el brillo, el cual se obtiene frotando la pieza con un bruñidor hecho con un trozo de mineral llamada pirita. En este taller lo que más trabajan es el arte sacro, jarrones, macetas y esferas.
“Las imágenes religiosas son elaboradas completamente a mano, desde la base iniciamos con una tortilla, hacemos el recuadro y con pequeños cordones de barro también vamos haciendo lo que es la adhesión para irle dando forma hacia arriba”, explicó Israel.
El 19 de marzo se celebra el Día Internacional del Artesano para homenajear a las personas que trabajan con sus manos creando obras.
De acuerdo con datos del Censo Artesanal 2018, en Jalisco, hay 6 mil 733 artesanos distribuidos en la zonas del Norte, Centro y Valles.
MRG