En un país como México, con una cultura gastronómica tan arraigada, es normal que casi en cada esquina exista un puesto de comida callejera, siendo los puestos de tacos los más comunes y fáciles de encontrar, ya que el taco es el platillo por excelencia de los mexicanos.
De acuerdo con un mapa elaborado por el geógrafo Baruch Sangines sobre dichos establecimientos y basándose en datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (Inegi), en todo el país se registran alrededor de 92 mil taquerías, 11 mil de ellas ubicadas en la Ciudad de México.
De acuerdo a esto, es posible decir que el 94 por ciento de los 9.2 millones de habitantes de la capital del país viven a menos de cinco minutos de una taquería, donde además, a pesar de la gentrificación de la ciudad, los tacos siguen al alcance de los bolsillos de la mayoría de la población, manteniendo un precio de alrededor de 0.75 dólares, es decir, 12.65 pesos mexicanos.
Sin embargo, algo curioso es que, en este tipo de establecimientos, son muy pocas las mujeres que se encargan de manejarlos; tal es el caso de María del Pilar Cortés, quien, a sus 75 años, se encarga de machetear carne y vísceras, pues es una de las escasas mujeres que se dedican al emblemático oficio de la taquería.
A María del Pilar la acompaña su hermana, María Guadalupe, de 70 años, en Las Corazonas, que es el nombre que le dieron a su taquería, ubicada en el peligroso barrio de Tepito, donde aseguran que su madre “fue la primera mujer” taquera en el barrio.
"Aquí crecimos y yo creo que por eso no se nos hace pesado", dice esta mujer delgada frente a una gran cazuela donde se fríen pedazos de carne, tripas y otras menudencias que saca con la mano, destaza en segundos y coloca en una tortilla de maíz.
Cuando hablan de su experiencia como taqueras, ambas mujeres no pueden ocultar su orgullo, pues consideran que están demostrando que cualquier mujer puede realizar el trabajo que antes se creía únicamente posible para los hombres.
"Es un orgullo saber que nosotras, como mujeres, somos emprendedoras y el ejemplo de muchas mujeres", dice María Guadalupe, encargada de comprar cada madrugada decenas de kilos de carne.
¿Por qué no hay tantas taqueras mujeres en México?
Entre la población mexicana ronda la duda de por qué no es tan común ver a una mujer dedicándose al oficio de la taquería, pero sí es posible verlas preparando otros alimentos de comida rápida hechos a base de maíz, como las quesadillas, sopes, huaraches o tlacoyos.
Y es entre la comunidad taquera en donde se cree tener la respuesta y se considera que la razón es por cuestiones físicas.
"Lo que pasa es que el machete pesa y no lo resisten, se cansan, yo creo que es por eso", opina David Pérez, taquero de 45 años.
Sin embargo, tanto Sangines, así como las encargadas de Las Corazonas, consideran que las cuestiones físicas no tienen nada que ver, y más bien se debe a los usos y costumbres.
"A mí me han dicho: 'cargas mejor que un hombre'", dice María Guadalupe, que luce un vestido de flores y zapatillas rosas de tacón.
Taquería con tradición femenina en CdMx
Al sur de la Ciudad de México se encuentra otra taquería manejada y atendida únicamente por mujeres, quienes manipulan diariamente varios kilos de carne y rompen con aquella “regla” no escrita de que las mujeres solo pueden hacer quesadillas, el establecimiento es conocido como Las Muñecas.
Teresa Hernández, una de sus propietarias, cuenta cómo fue que su madre inició con este negocio en 1985, esto con el objetivo de ayudar a su esposo velador con los gastos familiares y así poder criar a sus siete hijos.
En un principio, el negocio inició como un puesto de quesadillas y otros alimentos de comida rápida, pero con el tiempo decidió incursionar en el mundo de los taqueros.
"Cuando ya empezó a hacer la transición a los tacos, le empezaron a sugerir que metiera hombres", relata Hernández.
La gente le daba a la fundadora del lugar el argumento de que todo se iba a poner más pesado, sin embargo, Teresa relata que su madre les contestaba “yo no voy a sacar a ninguna de mis chicas por traer a un hombre”.
Actualmente son 23 mujeres las que trabajan en este establecimiento, todas con un horario que les permite tener tiempo para llevar a sus hijos a la escuela.
"Mi mamá siempre buscó protección para las mujeres", añade.
DR