La tarde del martes se tiñó de dolor en el poblado El Riego, cuando "Tibú", un perro querido por la comunidad,fue apuñalado frente a su dueño, un adulto mayor que lo consideraba su compañero inseparable.
El ataque, perpetrado por un sujeto armado con un cuchillo, dejó al animal con heridas tan graves que, a pesar de los esfuerzos por salvarlo, falleció horas después en una clínica veterinaria.
La noticia conmovió a los vecinos de Tehuacán, donde "Tibú" era conocido por su carácter juguetón y su lealtad. El agresor, identificado por testigos, ahora enfrenta una investigación por crueldad animal, un delito que en Puebla puede castigarse con prisión.
Caso de crueldad animal contra Tibú ya está en manos de la FGE
Catalina Aguilar Delgado, abogada de la Asociación Protectora de Animales Tac, confirmó que el caso ya está en manos de la Fiscalía General del Estado.
"No podemos permitir que estos actos queden impunes. Tibú merece justicia, y su dueño, paz", declaró. La organización, junto con vecinos, ha iniciado una campaña para presionar a las autoridades y asegurar que el responsable pague por su crimen.
El caso ha reavivado el debate sobre la violencia hacia los animales en la región. Aguilar recordó que, aunque la Ley de Protección Animal de Puebla contempla sanciones severas, muchos casos aún quedan en la impunidad. "La gente ya no se queda callada. Hoy, como sociedad, estamos alzando la voz", afirmó.
- Policía
Un rayo de esperanza: rescatan a un búho en Santiago Miahuatlán
Mientras la tristeza por Tibú embarga a Tehuacán, en Santiago Miahuatlán surgió una historia que devuelve un poco de fe. Un búho, aparentemente perdido, llegó hasta la casa de Francisco L., quien inmediatamente buscó ayuda.
Gracias a la intervención de Tac y la Secretaría del Medio Ambiente, el ave fue trasladada a la reserva Flor del Bosque, donde vivirá en un entorno seguro.
El legado de Tibú
La muerte de Tibú no será en vano. Su historia ha unido a la comunidad poblana en una sola voz: "¡Ni un animal más!". Colectivos y ciudadanos exigen no solo castigo para su agresor, sino también mayor educación y conciencia sobre el respeto a la vida animal.
En Puebla, un perrito ha dejado una huella imborrable. Mientras se espera que los animales dejen de ser víctimas de este tipo de agresiones sin sentido, y que los agresores comprendan la importancia que estos seres vivos tienen en nuestra vida.
ERV