Un aproximado de cuatro mil personas asistió a la edición 228 de la Judea en San Martín de las Flores, en el municipio de Tlaquepaque, por tercer año consecutivo de manera virtual debido a las restricciones por la pandemia del covid-19.
“Esta Judea que fue virtual, se rompieron todas las expectativas de una Judea, son cosas muy buenas y muy importantes, y todos los actores y toda la gente ha quedado muy conforme”, explicó Miguel Iván Alejo, quien interpretó a Jesucristo.
Domitila Díaz, una de las asistentes de la Judea, mencionó que esta interpretación es una reflexión que se espera cada año con fervor, así como se siente alegre de seguir adelante y mantener a las personas unidas.
“En esta ocasión, la experiencia fue un extra, fue sublime en comparación con otras, año con año tratamos de hacerlo más y mucho mejor lo mejor posible”, dijo Luis Fernando Rivera, el ministro tercero.
Esta representación religiosa es la segunda con mayor importancia a nivel nacional, únicamente por debajo de la que se lleva a cabo en Iztapalapa, y consigue atraer a miles de fieles católicos que son parte de esta celebración que termina en el Cerro de las Flores o de la Cruz.
Alrededor de las 17:00 horas partieron de la plaza principal del municipio hacia el cerro, un trayecto aproximado de dos kilómetros que recorrieron y en el que participaron corporaciones de Tlaquepaque, quienes estuvieron cuidado que la ceremonia se realizara sin algún tipo de incidente.
Iván Alejo decidió subir a la cima del Cerro de la Cruz, actividad que no se hacía desde hace 228 años, y mencionó que se atrevió a llegar hasta la cumbre, porque fue una manda para su madre y su abuela que falleció hace meses atrás.
“Ya había tenido la intención de subir hoy, y se me dio la oportunidad y no quise desaprovechar esta grande oportunidad y tratar de intentar llegar hasta la cima y bendito sea Dios, tuvieron que pasar 228 años para que un Cristo de la Judea de San Martín de las Flores pudiera llegar hasta la cumbre”, detalló Iván, quien durante los ensayos cargó una cruz que pesa 110 kilos.
De acuerdo a Iván, se sometió a una preparación que consistía en correr todos los días para tener la condición necesaria, así como también asistió a un gimnasio para ejercitar sus brazos y hombros. En total, este procesó duró seis meses, sin embargo, para él, espiritualmente tomó un año.
“Nadie somos dignos de representar a este personaje, sin embargo, yo lo hago con mucho respeto, con mucho cariño, con mucho amor y si esto es para Dios, es una mofa que él me quite, porque él me puso aquí y yo lo hago con mucho cariño. […] Yo tengo ahorita 39 años quizá conforme pase el tiempo me cobre factura, pero mientras tanto si Dios me necesita aquí, yo voy a estar con él para poder transmitir este mensaje, que es lo que me gusta hacer”, expresó Iván.
Cabe mencionar que el recorrido estuvo resguardado por 80 elementos, entre ellos servidores públicos y 30 unidades. De acuerdo al coordinador de Protección Civil y Bomberos de Tlaquepaque, el comandante Jaime Manzano, el evento religioso terminó con saldo blanco.
“Se dieron nueve atenciones pre hospitalarias, un menor extraviado que fue recuperado y entregado a sus familiares, 20 recomendaciones de seguridad a comercio semifijo”, confirmó el coordinador.
La comisaría de Tlaquepaque, salud pública, Cruz Roja, Protección Civil, policía vial, dirección de mercados y reglamentos fueron las dependencias que participaron en este evento. Debido a que la Judea es una de las más importantes de Jalisco, por lo que las autoridades del municipio buscarán que sea declara patrimonio cultura del estado.
AA