Como parte de las celebraciones para la Virgen de Ocotlán, miles de peregrinos acuden a la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán. Cada tercer lunes del mes de mayo, se realiza una de las procesiones más grandes de la ciudad de Tlaxcala.
Este año el recorrido incluyó dentro de sus paradas una visita a la Iglesia de San José donde se realizaron oraciones por los padres de familia, prolongando el tiempo que le tomó a la procesión recorrer las principales vialidades de la entidad.
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Tlaxcala celebra el Día de la Virgen de Ocotlán
Fue así como la noche del pasado 19 de mayo, el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, celebró una misa en la basílica previa a la peregrinación de la virgen, el cual inició a medianoche y regresó al mismo punto alrededor de la 1:20 de la tarde de este lunes 20 de mayo, casi media hora después de la hora prevista debido a un ligero retraso en las actividades.
A lo largo del trayecto, miles de católicos tanto de la entidad como de otras demarcaciones acompañaron a la virgen de Ocotlán. “La procesión es un momento de devoción y fervor religioso donde nosotros podemos expresar nuestra fe y gratitud”, así lo compartió María Eugenia Pérez, una fiel creyente que acompañó a la Virgen desde el inicio hasta el final de su camino.
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¿Cómo es el Día de la Virgen de Ocotlán?
La bajada de la Virgen de Ocotlán es un evento significativo para la comunidad y cada año miles de personas se unen a esta procesión para honrarla y recibir su bendición. Sin embargo, se inhabilitó el tránsito en algunas de las vialidades de la zona del Centro Histórico y alrededores, ocasionando un incremento en el congestionamiento vehicular desde las seis hasta las 12:30 del lunes.
Por otro lado, una vez concluido el recorrido, todos los devotos arribaron a la Capilla del Pocito de Agua Santa donde se les repartió líquido bendito del mismo, debido a que afirmó, una integrante de la Diócesis de la región, que en 1541 ese pozo fue un regalo de la Virgen María para todos los enfermos y aquél que bebiera de él curaría y sanaría sus males.
Momentos después, en la parte alta del cerro se llevó a cabo la misa que dio fin con las celebraciones de la Virgen. Pablo Tepox, uno de los asistentes, resaltó para esta casa editorial que“Cada año son más los creyentes que se dan cita en esta fecha ya que la virgen de Ocotlán es un símbolo de esperanza y consuelo para aquellos que buscan su protección y guía espiritual”.
AGA