El torero mexicano José Alberto Ortega, de 26 años de edad, quien sufrió una terrible cornada en el cuello durante corrida en la plaza de toros de Tlaxcala, se encuentra en estado crítico de salud.
Los hechos se registraron en la corrida de carnaval realizada del pasado 10 de febrero en la plaza de toros Jorge El Ranchero Aguilar en Tlaxcala.
¿Qué le pasó al torero José Alberto Ortega?
José Alberto Ortega, recibió el segundo toro de su lote a porta gayola y al salir el toro al ruedo, fue cornado gravemente en el cuello.
De acuerdo con los primeros reportes médicos, la asta del toro de lidia ocasionó una lesión severa que requirió de un procedimiento quirúrgico de “muy alto riesgo”.
Por esa razón, el estado del paciente es “muy grave” y su “pronóstico es reservado para la vida y la función”, según lo cita el informe signado por el especialista José Antonio Zamora.
El joven matador presentó una lesión penetrante en la parte derecha de la cara por la cornada de un toro de lidia.
En los primeros minutos posteriores al ataque, los médicos lo estabilizaron de un sangrado profuso y luego lo trasladaron a un hospital de Tlaxcala donde le realizaron una tomografía.
El estudio evidenció diversas fracturas en el cráneo y los huesos de la cara que requirieron de una estabilización de mandíbula y fijación oral mecánica.
Pese a la gravedad de la cornada, la empresa Feria Toro informó que hay “un faro de esperanza” y “buen pronóstico” para la recuperación del matador.
En un comunicado de prensa, indicó que, por la complejidad del caso y la necesidad de atención especializada, Ortega García fue trasladado al Hospital Puebla.
En el nosocomio poblano, el equipo médico sometió al matador a una cirugía de limpieza por una “herida expuesta” y están a la espera de su evolución.
De acuerdo con los reportes médicos el torero tlaxcalteca está en la Unidad de Cuidados Intensivos como protocolo del tratamiento.
En la corrida estaban en el cartel los matadores, Juan Pablo Sánchez, de Aguascalientes, Sergio Flores, de Tlaxcala, José Alberto Ortega, de Apizaco; la grave “cornada de espejo” en agravio de este último se registró cuando había transcurrido más de media entrada de la festividad.
MAR