Con la proximidad de los festejos de Año Nuevo, autoridades de seguridad y especialistas en balística en La Laguna han encendido las alarmas para exhortar a la ciudadanía a erradicar la peligrosa práctica de realizar disparos al aire.
Aunque la incidencia ha disminuido en la región, el riesgo de una tragedia sigue latente debido a las leyes de la física que rigen el trayecto de un proyectil.
- Policía
Especialistas advierten que lo que sube tiene que bajar, y en el caso de una bala, el descenso puede ser letal para personas, animales o incluso causar daños graves en infraestructura.
La física detrás del riesgo: Velocidad y alcance
De acuerdo con expertos en balística consultados, el comportamiento de una bala disparada al aire es engañoso y sumamente peligroso. Dependiendo del calibre y el tipo de ojiva, el ciclo de vuelo del proyectil presenta las siguientes características:
• Tiempo de vuelo: Una bala puede tardar entre 20 y 60 segundos en completar su trayectoria de subida y descenso.
• Alcance vertical y radio de caída: El proyectil puede recorrer aproximadamente 1.5 kilómetros de distancia desde el punto de origen.
• Velocidad de impacto: Al descender, la bala puede alcanzar velocidades cercanas a los 200 kilómetros por hora.
• Zona de peligro: Dependiendo del ángulo del disparo, el radio de afectación al momento del impacto puede oscilar entre los 20 y 50 metros, lo que significa que el tirador pone en riesgo no solo a su familia, sino a vecinos de varias cuadras a la redonda.
Un delito que puede terminar en tragedia
Si bien en los últimos años las instituciones médicas de la Comarca Lagunera no han reportado ingresos por lesiones de balas perdidas, las autoridades enfatizan que esta práctica está estrictamente tipificada como un delito.
Los operativos de vigilancia se intensificarán durante la noche del 31 de diciembre para detectar y detener a quienes accionen armas de fuego. Asimismo, recordaron que el uso de pirotecnia sigue siendo la causa principal de lesiones y quemaduras en estas fechas, por lo que ambas prácticas están bajo la lupa de la ley.
El llamado a la conciencia
El exhorto es claro: celebrar con responsabilidad. "Una bala no desaparece en el cielo; regresa a la tierra con fuerza suficiente para causar la muerte", señalaron especialistas.
Se invita a la ciudadanía a reportar cualquier detonación de arma de fuego a la línea de emergencia 911, con el fin de evitar que una noche de festejo se convierta en una nota roja.