Tras cien días en aislamiento total en la Unidad Médica de Alta Especialidad número 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Torreón, Michel, de 16 años, fue despedida entre aplausos por el personal médico al egresar de su hospitalización. Lograron salvarle la vida con un trasplante de células madre que recibió de su hermana menor.
El pasado mes de marzo, la adolescente ingresó a la unidad médica procedente de Ciudad Juárez. Tras varios estudios, fue diagnosticada con mielodisplasia de alto riesgo, avanzando hacia la leucemia. Después de realizar varios análisis y detectar compatibilidad con su hermana de once años, se le practicó un trasplante de células madre hematopoyéticas alogénicas, formadoras de sangre, según explicó Maura Patricia López, especialista en Hematología Pediátrica.
La joven no pudo asistir a su graduación de secundaria, celebrada hace un par de días. Sin embargo, dejó el hospital sumamente emocionada tras superar una rara enfermedad hemato-oncológica que solo se presenta en menos del cuatro por ciento de la población infantil. Ahora, su visión de vida es ingresar a la preparatoria para estudiar enfermería, pues el personal médico logró sacarla adelante y le dio una nueva oportunidad de vida.
"Fui muy positiva siempre y nunca me dejé caer, nunca me deprimí ni estuve triste. Llegando a Juárez vamos a hacer una fiesta, yo y ella, por su cumpleaños y también porque ayer fue mi graduación y pues no pude estar", manifestó entre lágrimas de alegría.
Este es el primer trasplante alogénico realizado en la clínica de especialidades después de la pandemia del COVID-19 y el segundo caso del síndrome mielodisplásico en la última década. En esta ocasión, se contó con un equipo multidisciplinario para la reproducción de células en la donante, extracción y cosecha para la transfusión, hasta lograr en la paciente la producción de glóbulos rojos y plaquetas.
EC