Con seis importantes pulmones de vegetación en la ciudad como son los Bosques Urbano, Venustiano Carranza y Centenario, además del Parque Fundadores, Alameda Zaragoza y la Plaza Principal así como áreas verdes en algunos fraccionamientos, Torreón registra un déficit de más del 70 por ciento en áreas forestales que le permitan mitigar las altas temperaturas efecto del cambio climático.
Susana Esténs, directora del Medio Ambiente en el municipio, señaló que cuentan con un mapeo en conjunto con el Instituto Municipal de Planeación ya que se cuenta con menos de la tercera parte de áreas verdes por habitante, por lo que ya estudian la viabilidad de establecer un nuevo bosque en el suroriente de Torreón que registra una elevada densidad poblacional.
“Sí existe ese mapeo, sí hay un déficit importante todavía de áreas verdes. Son datos que estamos manejando con el IMPLAN porque debemos tener 15 metros por habitante y andamos como en cuatro, tendremos que hacer nuevas mediciones porque ya hay nuevas herramientas que podemos utilizar”, apuntó.
De igual manera, señaló los fraccionamientos nuevos tienen muy buenas áreas verdes que aportan servicios ambientales al captar dióxido de carbono y generar oxígeno, además de disminuir las islas de calor pero indicó que al suroriente de la ciudad sería interesante pensar en un nuevo bosque.
En lo que va de la actual administración municipal han plantado y donado diez mil 187 árboles, sin embargo, reconoció que el reto es su mantenimiento y cuidado para que logre crecer, pues es importante decidir si la especie es la adecuada para el espacio que se tiene, pues su cuidado implica barrer las hojas, podarlos y echarles agua.
“Pensando en indicadores que estamos trabajando con el IMPLAN tendríamos que tener cuando menos un area verde a diez o quince minutos caminando desde donde vivimos según estándares de Medio Ambiente de Naciones Unidas, deben ser áreas verdes forestadas que permitan conectar con la naturaleza y mejorar la salud ambiental”, apuntó.
Finalmente, recomendó a la población plantar por lo menos un árbol por vivienda, principalmente de especies como huizaches, mezquines y palo verde nativos de la zona, o el ébano texano que son resistentes y se han adaptado al clima extremo que vivimos en la Comarca Lagunera.