Las trabes metálicas del tramo de la Línea 12 del Metro que se desplomó el pasado 3 de mayo tenían deformaciones de hasta 10 centímetros que eran detectables y monitoreables, aseguró uno de los peritos contratados por la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México para conocer las causas del accidente.
El dictamen del ingeniero topógrafo fotogrametrista Arturo Palencia Rodríguez, del cual TELEDIARIO tiene una copia, concluyó que no se realizaron inspecciones ni estudios previos de las trabes del tramo colapsado de la llamada Línea Dorada.
“De la inspección en el lugar al elemento de estudio, así como de las documentales a las que se tuvo acceso, no se encontró evidencia alguna de trabajos especializados de inspección y / o monitoreo que observaran las deformaciones puntuales y, en su caso, incrementales en el flechamiento (descenso de la parte central de la viga por carga) y abombamiento (flexión de la viga por una carga superior a su capacidad) de las trabes metálicas.
"Se concluye también que derivado de las mediciones y de los análisis a las trabes metálicas colapsadas, a las trabes metálicas del tramo gemelo y a las trabes metálicas que se tomaron de la interestación; el flechamiento y la deformación son monitoreables y detectables con estudios especializados”, destacó el peritaje.
Palencia Rodríguez resaltó que, tras analizar el sitio colapsado, encontró un “flechamiento” de cuatro centímetros en la trabe norte y otro de tres centímetros en la trabe sur, en una sección de 13 metros.
Por lo anterior, el perito especializado pronosticó que antes de fallar, las trabes metálicas presentaban ya flechamientos del orden de los ocho a 10 centímetros. También halló deformaciones en las trabes del cuerpo gemelo, que es prácticamente la réplica del tramo 12 y 13.
“Por lo que respecta a las trabes metálicas, la trabe norte tiene a la fecha, un flechamiento a centro de viga de nueve centímetros, y la trabe sur tiene a la fecha un flechamiento de cinco centímetros.
En el análisis del alma de la trabe metálica norte, se encontró una deformación de tipo flambeo (abombamiento) de tres centímetros hacia el norte, mientras que la trabe sur ya tiene una deformación de dos centímetros”, destacó.
Además, se realizó un análisis aleatorio de trabes metálicas en el tramo Tezonco – Olivos, donde se encontró que ya existen flechamientos y deformaciones (flambeo) en algunas de éstas.
“Lo cual infiere que el fallamiento de las trabes metálicas de las columnas 12 y 13 no fue un caso atípico, y sugiere con urgencia, una inspección y monitoreo de todo el tramo elevado que haya tenido el mismo método constructivo”, señaló.
El perito especializado Arturo Palencia recomendó llevar a cabo levantamientos topográficos de alta definición de todo el tramo elevado por personal experto en el área, con equipamiento de última tecnología.
Además, pidió analizar las deformaciones de todas y cada una de las trabes metálicas del viaducto elevado, así como realizar nivelaciones topo–geodésicas de primer orden.
“Establecer un reglamento de inspección y monitoreo que regule, norme y coercione las prácticas de inspección, monitoreo y mantenimiento de los elementos estructurales y de sus deformaciones, de la expertise y del perfil técnico del personal que la ejecute, y que esté alineado con las leyes y reglamentos que rigen a este tipo de trabajos”, recomendó.
El dictamen también concluyó que las columnas 12 y 13 y las de la interestación Tezonco – Olivos, no presentan ninguna deformación ni dispersión sobre su eje vertical.
Este peritaje incluyó levantamientos topográficos, geodésicos y aéreo – fotográficos de alta definición, realizados en la zona del siniestro y en la interestación Tezonco – Olivos, con equipo especializado.
Fue entregado a la agente del Ministerio Público adscrita a la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Agencias de Atención Especializada María de la Luz Alcántar Alcántar.
lvm