En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un singular integrante canino llamado Salmy está revolucionando la forma en que se maneja el aceite usado de cocina.
Este perrito rescatado acompaña a Juana Villada Martínez, química en alimentos egresada de la Facultad de Química (FQ), y a un grupo de estudiantes en una iniciativa que busca recolectar y reutilizar el aceite comestible para transformarlo en jabones artesanales.
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¿Cómo afecta el aceite usado al medio ambiente?
La problemática del manejo del aceite usado no es menor. Según la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), un litro de aceite usado puede contaminar hasta 40 mil litros de agua, causando graves daños a la infraestructura urbana y al medio ambiente.
Ante este panorama, Villada, fundadora de Grupo Vima Incluyente AC, decidió enfrentar este desafío desde la FQ.
“Como se usa en grandes cantidades, este problema se agudiza debido a que los usuarios ignoran en qué punto el aceite es inutilizable o cómo eliminarlo para no afectar a los cuerpos de agua”, apuntó.
Estudiantes de la UNAM recolectan aceite usado de cocina para hacerlo jabón
Desde febrero de 2024, Villada y cinco estudiantes se reúnen cada viernes en la explanada de la FQ para acopiar el aceite recolectado en cafeterías, locales de Ciudad Universitaria y puestos cercanos.
El aceite recolectado es sometido a análisis fisicoquímicos para determinar su nivel de degradación. Posteriormente, es procesado en la FQ, donde se transforma en jabón con un alto poder de limpieza. Amelia Farrés González Sarabia, profesora de la FQ, destaca que este proceso no sólo es sustentable, sino que también fomenta la creatividad y el compromiso social de los estudiantes.
Salmy, perrito que ayuda a recolectar aceite de cocina en CU
Durante su aventura para recolectar aceite, Salmy es quien les acompaña, el cual se queda montado y quieto en un carrito verde hecho con materiales reciclados y diseñado por Hermógenes Gustavo Rojas Coca, profesor de la Facultad de Ingeniería, convirtiéndose en el centro de atención mientras el grupo sensibiliza a los comerciantes sobre la importancia del manejo correcto de este residuo.
Hasta ahora, la campaña ha evitado que más de 500 litros de aceite lleguen al drenaje. Pero Villada y su equipo quieren ir más allá. Su meta es establecer un programa de acopio permanente y proponer políticas públicas que regulen el manejo del aceite usado.
“Hay muchas evidencias del daño que provoca el aceite a las personas y al ambiente y, por ello, queremos proponer una política pública sobre su uso, porque muchas personas lo manejan mal y no porque quieran, sino porque no saben”, explicó Villada.
Invitaron a la comunidad universitaria a sumarse a esta causa llevando su aceite usado en botellas cerradas y rotuladas. Gracias a la dedicación de este equipo y al simpático Salmy, la UNAM está construyendo un futuro más limpio y sustentable.
AFV