Son las seis de la tarde con tres minutos y comienza el desfile de ciudadanos en búsqueda de un camión que los lleve de regreso a casa tras su jornada laboral. Es un día habitual, pero con el reto de siempre correr y alcanzar el camión o formar filas de hasta 70 personas en tan solo unos minutos.
¿El escenario? La avenida Universidad colapsada, que comienza a recibir a ciudadanos de toda la Zona Metropolitana.
“Todos los días es lo mismo, los camiones nunca llegan a la hora, a veces nos aventamos más de una hora aquí y siempre llenos, porque duran tiempo sin llegar los camiones y cuando llegan, nos apachurran, por lo mismo”, dijo Felipe Herrera, un hombre de la tercera edad que esperaba abordar.
Así es el día a día de miles de usuarios del transporte público que sostienen la economía de Nuevo León.
En su último reporte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que 15.2 millones de usuarios se movilizan en el transporte público de Monterrey por mes.
La cifra alarma, al comparar que una fila de 70 ciudadanos se forma cada media hora tan solo en un parabús de un municipio metropolitano.
Las rutas con mayor demanda son aquellas que desde San Nicolás se dirigen a Apodaca, Ciénega de Flores y Zuazua, y aunque las últimas dos cuentan con unidades nuevas que adquirió el Estado, no todas tienen el costo del pasaje visible.
“Todos los días, por eso me doy cuenta de todo, que meten camiones nuevos, pero de nada sirve porque no tienen choferes, puros pretextos que ponen”, refirió una ciudadana.
Personal del Instituto de Movilidad contó que cada nueva unidad tiene capacidad para 75 personas y solo poco menos de la mitad alcanza un lugar.
Ciudadanos entrevistados por la plataforma MILENIO-Multimedios afirman que no han visto estas nuevas unidades en sus colonias.
“No sé para dónde, para allá no, para donde yo vivo no hay más, son las mismas de siempre”, contó Rafael Pecina.
En la avenida Universidad los usuarios se organizan en dos filas para abordar las rutas 221 Apodaca-Concordia y Real de Palmas. Una es para quienes desean ir sentados y la segunda para quienes no les importa ir parados durante todo el trayecto.
mvls