Cambiarán pirotecnia y quema de cartón por piñatas de Judas en Semana Santa de Nuevo León

Los fieles católicos esperan que este año puedan utilizar figuras de cartón para quemarlos, sin embargo, ya piensan en opciones en caso de prohibición.

Utilizarán piñatas de Judas en Nuevo León en caso de no poder quemarlos por contaminación. | Francisco Zúñiga
Monterrey, Nuevo León /

Cada Sábado de Gloria, desde hace 82 años, las calles de la colonia Obrerista, en Monterrey, se convierten en el cadalso de los Judas, donde los vecinos vuelcan su descontento contra algún personaje público que consideran perjudicial para la sociedad.

Este año no será la excepción, aunque todavía no saben si podrán quemar esas figuras de cartón que reciben el descontento de la población, comentó ayer Francisco Haros Romero, organizador de la tradicional quema de Judas.

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Haros Romero espera que les autoricen el uso de pólvora, pues ese elemento es parte del ritual que han seguido desde 1942, hasta el año pasado, cuando les dijeron que ya no se podía presuntamente a causa de la contaminación.

Pero organizadores y vecinos tienen una opción este año: si no les aprueban quemar pólvora, les darán de palos, como piñatas, a los Judas.

¿Qué significa la quema de Judas?

La quema de Judas es una tradición cultural que se lleva a cabo en varios países, especialmente en algunas regiones de España y América Latina, durante la Semana Santa. Esta tradición se realiza generalmente el Sábado Santo, el día antes de la Pascua.

La quema de Judas es una representación simbólica del rechazo y castigo hacia Judas Iscariote, uno de los doce discípulos de Jesús en la tradición cristiana, quien según los Evangelios, traicionó a Jesús entregándolo a las autoridades romanas a cambio de treinta piezas de plata. Esto condujo a la crucifixión de Jesús.

En la representación de la quema de Judas, se suele elaborar un muñeco o figura de Judas, que puede ser grande o pequeño, dependiendo de la tradición local. A menudo, se llena el muñeco con paja, papel u otros materiales inflamables. Luego, este muñeco es colgado en un lugar visible, a menudo en una plaza pública o un área comunitaria.

En algunos lugares, se le coloca a Judas una máscara para representar su identidad oculta. Posteriormente, se lleva a cabo una especie de juicio simbólico, donde se le acusa de traición. Finalmente, el muñeco es prendido fuego y se quema públicamente, a menudo acompañado de fuegos artificiales y celebraciones.

La quema de Judas tiene diferentes interpretaciones según la región y la comunidad que la lleva a cabo. En algunos lugares, se ve como una manera de purgar la traición y el mal, mientras que en otros se considera simplemente como una tradición cultural sin connotaciones religiosas profundas. En cualquier caso, es una costumbre arraigada en varias culturas y una forma de conmemorar la Semana Santa.



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