Los comerciantes de tamales, café o tacos de canasta, los más expuestos a sufrir un accidente en la Ciudad de México, pues a diario se mueven en triciclos o bicicletas, en calles o avenidas de mayor flujo de autos.
La mayoría no cuenta con algún seguro de vida o gastos médicos mayores, son ellos quienes tienen que costear algún servicio de salud.
"Nosotros andando así, no tenemos seguro, no tenemos nada, si nos pasa algo, pues no hay seguro de vida". Expresó un vendedor de elotes y esquites.
Desde hace años, Giovanni Jiménez Hernández, recorre las calles del centro histórico vendiendo café con pan, es su única fuente de ingresos.
De este trabajo depende su familia, por lo que todas las noches recorre más de 30 kilómetros, paseando por Tepito y concluye en la Roma Norte.
Una de las medidas de seguridad, dijo, es haberle puesto luces a su triciclo, pero esto no es suficiente.
"Si está algo peligroso, más que nada hay que meterle algo de luces para que nos vean los conductores", expresó.
Otros, mientras circulan activan algunas bocinas con música, aun así, se exponen a que los atropellen en una ciudad donde la movilidad no descansa las 24 horas del día.
Vendedor de tamales pierde una pierna tras ser atropellado en Insurgentes
El pasado 4 de febrero el conductor de un automóvil atropelló a dos vendedores de tamales, quienes circulaban en su triciclo sobre avenida Insurgentes, en la alcaldía Cuauhtémoc, uno de ellos sufrió la amputación de una pierna.
Hasta ahora, las cámaras del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5), no ha sido suficiente para que las autoridades detengan al responsable de este hecho.
Aquella madrugada la policía siguió la ruta de escape del conductor, pero encontró el vehículo abandonado en la colonia Tabacalera, a unos cuantos kilómetros del lugar del accidente.
PGG