La Vía Atlixcáyotl recientemente se convirtió en el escenario de dos atentados con arma de fuego, esto a pesar de ser una de las áreas económicas y sociales más importantes de la zona metropolitana de Puebla, ya que sirve como sede de múltiples comercios, conjuntos residenciales y oficinas gubernamentales, siendo el paso obligado de cientos de personas.
Las personas que resultaron lesionadas se encontraban en el tramo de Palmas Plaza al Centro Integral de Servicios (CIS). Estos ataques comparten una coincidencia: se desconoce de dónde provino la bala que los impactó.
La tarde del pasado 3 de agosto el número de emergencia 911 se activó por el reporte de un hombre herido por impacto de bala frente al CIS, el cual hacía labores de mantenimiento a la ciclovía. La víctima indicó a la Policía Municipal de Puebla que solamente sintió un ardor muy fuerte sobre su brazo izquierdo cuando se disponía a maniobrar una grúa.
La unidad tenía un orificio en uno de los vidrios y ni el trabajador o sus compañeros fueron capaces de encontrar una explicación clara sobre la agresión, pues en ningún momento escucharon un disparo, mientras que la investigación quedó en manos de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Sin embargo, casi un mes antes, el 5 de julio, César pasó por una agresión similar en la misma zona. Él también logró sobrevivir, pero ahora le acompaña la cicatriz de una abertura de 40 centímetros en el tórax y el orificio de la bala que le provocó perder ocho centímetros de su intestino.
César narró que eran las 07:40 horas de la mañana y, como todos los días, se dirigía a su trabajo a bordo de su motocicleta. Después de avanzar sobre la Vía Atlixcáyotl, se disponía a incorporarse al bulevar del Niño Poblano con rumbo a Calzada Zavaleta.
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Fue justo en ese momento cuando todo cambió, ya que una bala terminó incrustándose en su costado izquierdo.
"De pronto siento un golpe, un ligazo muy fuerte, como que se me va el aire. Me empieza a doler demasiado el estómago. Yo me siento y automáticamente viene a mi cabeza: Me dieron un balazo", contó a MULTIMEDIOS.
Como pudo César siguió manejando hasta su trabajo, frente a la Estrella de Puebla, donde pidió ayuda a sus compañeros y fue atendido de manera exitosa, primero en sitio y luego en quirófano.
César está convencido que su caso y el del trabajador de la ciclovía están relacionados, sin olvidar que en su estadía en el hospital los médicos le advirtieron que una semana antes a otro motociclista lo hirieron con un petardo y hay reportes de automóviles baleados, inexplicablemente, todo en radio de 200 metros.
"Me decían en Fiscalía:
-'Te pegaron a 4 o 5 metros'.
-'No señor, no había nadie'.
-'Es que es por el calibre y la distancia'.
-'Por el calibre y la distancia fue un rifle y me pegaron de una zona alta. ¿Qué hay de alto en la zona? Edificios, departamentos. Es una zona ciega porque no hay cámaras. Es un tema que sí se tendría que tratar", sostuvo.
A la fecha César sigue sin reincorporarse al trabajo, las heridas de la cirugía le siguen doliendo y vive con el temor de que una bala vuelva a atravesarle el cuerpo cuando pase por ese mismo rumbo.
"Ahora yo no tengo la tranquilidad de ir a la zona, yo no tengo la tranquilidad de pasar por ahí y es mi paso de todos los días cuando me reincorpore al trabajo. Entonces, sí el llamado sería la atención a la zona, la atención a los casos porque sino vamos a quedar en el olvido como muchos otros casos que ha habido".
ERV