Cuando desaparezca el xoloitzcuintle gran parte de nuestra cultura ancestral morirá, pues ellos son parte de nuestras raíces, destacaron Itztliteculti Tepaktl y Tecuaxochitl Gutiérrez, quienes recordaron que de acuerdo con las culturas prehispánicas, estos animales acompañan al alma para llegar al Mictlán, lugar de la muerte.
En entrevista con MILENIO Puebla, Itztliteculti Tepaktl, uno de los guardianes del xoloitzcuintle, indicó que este animal representa parte de las raíces de los mexicanos y actualmente solo hay tres variantes: grande, mediano y pequeño; con pelo y sin pelo; y negro y rojo.
“Para nosotros son muy preciados, pues son parte de nuestra cultura. Nuestros abuelos los tenían como algo sagrado, cuando los enterraban ahí iba uno de ellos, pero más que nada servían para llegar al Mictlán, lugar de la muerte. En el recorrido por ese lugar tienen que pasar por nueve escalones en diferentes etapas y tiempos, cuando el cuerpo se deposita en la madre tierra otra vez y el xoloitzcuintle los va guiando”, explicó el guardián de los xolos.
En este contexto, refirió que no es necesario contar con el xolo, pues se trata de una creencia ancestral respecto a que ayudan a llegar al Mictlán, sin embargo, estos animales se deben cuidar ya que, actualmente, están en peligro de extinción.
Compartió que tras el encuentro de dos culturas en el siglo XVI, a los exploradores españoles les pareció un animal feo "y los comenzaron a matar", al grado de que en la actualidad se aprecia como un animal exótico.
“Los españoles traían sus perros y veían a los xolos como desagradables, algunos creen que están enfermos porque se les ve la piel, sin pelo y la gente que no los conoce los veo feo”.
Por su parte, Tecuaxochitl Gutiérrez señaló que los xolos son parte de su vida, pues son como sus hijos, debido a su carácter cariñoso y amigable con la gente.
"Quienes no tienen un xolo, ¿cómo lo hacen? Bueno, ahora hay tantas especies de perros pues llegaron a América, hay infinidad de razas y todos tienen su función; entonces, el perro puede hacer esta función”, enfatizó.
Asimismo, señaló que cuenta con ocho xolos con nombres en náhuatl. Recordó que en 2010 llegó a su vida la primera pareja de xolos, los cuales presentaban maltratados, pero pudieron recuperarse gracias a varios cuidados. Los animales se llaman: Chinaco, Ollin (el más grande), Yoloxóchitl, Miquixtli, Atlachinolli, Xolo, Ocelot, Cipatli y Mitla.
Con los xolos a un lado en la orilla del juego de pelota del Centro de Investigación Anahuaca de Sabiduría Ancestral, los entrevistados destacaron han luchado por varios años para que la cultura y raíces no se pierdan; por ello, cuentan con tumbas para que una vez el momento, sean sepultados como ocurrió con sus antepasados.