Gerardo Martínez, padre de Yolanda Martínez, hizo un llamado a las personas que hayan asesinado a su hija para que se entreguen a las autoridades, al tiempo que anunció que el camino hacia la justicia y la verdad apenas comienza.
“Yo le pido de la manera más atenta a las personas que me dañaron que tengan ese gran valor, entréguese a las autoridades, Dios es el único que puede arrebatar vidas y la persona que sobrepasa esta línea no puede estar vagando por toda la eternidad buscando consuelo y es muy difícil que lo vaya a encontrar”, declaró.
Al concluir la misa de cuerpo presente en las Capillas del Carmen, el señor Martínez tomó el micrófono y agradeció a las personas que estuvieron presentes, así como a los medios locales, nacionales y extranjeros que reportearon la nota.
“A mis ángeles, a mi familia y a mi prensa local, nacional e internacional que no nos dejó solos, ya entregamos a mi hija a padre Dios. Esto no termina aquí, apenas empieza porque se haga justicia. Nosotros no somos nadie para juzgar, nada más Dios que le corresponde y por lo mismo no tenemos ningún derecho de arrebatar vidas”, insistió.
Posteriormente, en rueda de prensa sobre la banqueta de la avenida Constitución, Martínez dijo que la muerte de su hija es un feminicidio, por lo que seguirá “poniendo gorro a las autoridades”.
“Serán las autoridades que ejecuten la orden de aprehensión, yo soy un civil y le digo a las personas mejor que se entreguen para que no sean buscados y no sean tratados de otra forma, que tengan ese valor para cambiar esta historia”.
“Le pusieron un medicamento por medio de inyección, los botes de veneno fueron sembrados por alguien, porque vean que dicen que es depresión, pero ella salió a buscar trabajo”, apuntó.
Agregó que el 60 por ciento de la investigación de los peritos de Guatemala que se hizo de manera externa, manifiesta que no fue un homicidio, sino un feminicidio y otro 40 por ciento arroja pruebas de algunos golpes contusos.
“No van a jugar conmigo, ni soy su payaso como otras personas, yo peleé todo al margen de la ley e investigando con un particular. Apenas empezamos, ya voy a entregar a mi hija a Dios porque así corresponde, pero aquí continuamos”, concluyó.
Durante la homilía del sacerdote, el padre de Yolanda asentaba con la cabeza y apuntaba a la imagen gigantesca de ella que se iluminaba frente a él.
“No se sientan abandonados de Dios, en el momento en que pensamos que no tenemos amor, es cuando Dios nos ama más, que descanse en paz Yolanda”, concluyó el padre.
El cuerpo de Yolanda fue trasladado en una carroza negra hacia el panteón Jardín de los Pinos San Roque, en el municipio de Juárez, Nuevo León para su eterno descanso.
La carroza pasó justo enfrente de la Fiscalía Especializada en Feminicidios (FEF), la cual investiga el caso y se espera que en breve resuelva el caso.
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