Vecinos de la colonia Floresta del Colli, acudieron a las instalaciones del Centro Integral de Servicios de Zapopan a entregar un pliego petitorio para ser atendidos por la autoridad, ya que exigen la indemnización de sus casas, 10 personas afectada entraron a entregar sus peticiones.
“Lo que exigimos es el diálogo con el gobierno para que nos atienda nuestro problema que tenemos porque la verdad muchos de nosotros no tenemos donde dormir y pues ahorita nos estamos quedando en la calle y tenemos hijos nosotros vamos a trabajar”, asegura un vecino afectado.
Aunque las autoridades lo niegan, pero ellos mencionan que utilizaron la fuerza para sacarlos a todos de sus hogares para realizar rápidamente la intervención con las máquinas y derrumbar sus viviendas.
“Nosotros estamos exigiendo reparación a los daños de nuestras viviendas, a los daños físicos y morales. Cuando estaban demoliendo nuestra casa, mi hermano aún estaba adentro, nosotros les decíamos a los policías que pararan y ellos decían que no, media máquina ya estaba adentro. Mi hermano tiene principios de asma y se quedó en shock y lo tuvimos que sacar cargando”, relata un vecino afectado.
Las personas indígenas desalojadas sufrieron discriminación y más de 100 familias que que no hablan español, fueron retirados, sin lograr extraer sus pertenencias, porque sus casas fueron demolidas.
“El gobierno dice que no había gente indígena, pero sí la mayoría somos indígenas, somos de pueblos [...] No sabemos a dónde irnos. El gobierno nos dijo muchas cosas que aún nosotros no entendemos, mucha gente no puede hablar español, yo hablo poquito, pero hay cosas que también no entiendo”, asegura una vecina afectada.
Algunos vecinos aseguran que sus mascotas quedaron sepultadas entre los escombros, ya que les urgía desalojar a las personas para derribar todo a su paso con la maquinaria.
“Yo saqué lo poco que podía, yo les decía ‘déjame por favor sacar a mis perritos’ y me empezaron a jalonear y se quedaron ahí entre los escombros, el primer día de los hechos me quede hasta a las 4 o 5 de la mañana durmiendo dónde era mi casa, que ya no la tengo porque creí que era mi domicilio, ahí tenía mis mascotas y me quedé porque no tenía a dónde ir”, cuenta una vecina afectada.
Los habitantes recibieron amenazas por parte de la policía municipal y estatal, mientras que algunos de los vecinos perjudicados duermen en la calle a un costado de los escombros de lo que era su patrimonio, otros más han tenido que rentar casas cercanas o algún cuarto prestado para pasar las noches heladas sin un techo propio que los resguarde.
AAM