La navidad también llegó para los animales del Zoológico Guadalajara, quienes recibieron regalos entre el 25, 26 y 27 de diciembre.
Las jirafas, hienas y puma fueron algunos de los afortunados. Sus cuidadores planearon y prepararon en su habitat regalos comestibles.
Las jirafas Freya, Milagros, Emilia, Fara, Juana, Casandra, Luisa y Rafaela son rumiantes curiosas y muy golosas pues además de las ramas gustan de comer cilantro, verduras y croquetas especiales, por eso su regalo consistió en colocar en recipientes estos alimentos, para que pudieran sacarlos con su lengua.
"Vamos a ver cómo es que usan su lengua en este enriquecimiento. Cuando hacemos un enriquecimiento tenemos que hacerlo con el objetivo de fomentar conductas naturales en la especie en cuestión, en este caso con jirafas su lengua es parte esencial de su alimentación, tienen que usarla mucho, entonces este enriquecimiento les va a dar la oportunidad de jugar con su lengua", explicó Monserrat Carrazco, médica veterinaria.
Las jirafas también pudieron sacar ramas de recipientes con forma de dulce, con la finalidad de que se estimularan mientras intentaban conseguir el alimento.
Las hienas Shenzi y Banzai fueron sorprendidas con un peculiar arbolito navideño hecho de carrizos y troncos.
"Tiene colgados diferentes estímulos alimenticios, como parte de su dieta, además hay algunos congelados, dentro de los congelados vienen pedacitos de carne, les damos carne de res, carne de pollo y unas croquetas adicionadas con vitaminas y es parte de las sorpresas que vienen dentro de los hielos, dentro de las cajas y los colgantes que tiene el arbolito de navidad", dijo Carlos Gómez Medina, médico veterinario jefe de manejo conductual.
Shenzi se muestra cautelosa y se acerca poco a poco al árbol navideño. El olor a comida cautiva sus sentidos pero algo la alerta y se aleja.
Prefiere empezar por los monos de nieve, dentro de los cuales también hay bocadillos.
La entrega de regalos finalizó con el puma y luego de que sus cuidadores colocaron sus regalos y lo dejaron salir, el felino se mostró menos precavido y más aventurero que sus compañeros del zoológico.
No pasó mucho tiempo para que su olfato descubriera los pedazos de carne cruda escondidos entre los bastones de cartón, disfrazados de dulce.
A lo largo de los tres días, también recibieron regalos los rinocerontes, osos, suricatas, orangutanes, chimpancés y elefantes.
MQ