Claudia y Lorenzo llegaron en agosto del 2021 al Zoológico Guadalajara, los animaloes son provenientes de un acuario de Quintana Roo. Lorenzo tiene 9 años y mide alrededor de dos metros con 30 centímetros, Claudia mide dos metros y medio y tiene 8 años, ambos se criaron bajo el cuidado humano, ambos son manatíes del Caribe.
Paola Cifuentes, bióloga marina del Zoológico Guadalajara, comentó que ambos llegaron como parte de un proyecto de conservación.
"Llegan aquí como parte de un proyecto de conservación para restaurar la especie que se siga conservando, y se pueda tener más ejemplares y posteriormente liberarlos a la vida silvestre", comentó Paola.
Los manatíes son animales herbívoros, y se alimentan de plantas y vegetales, Claudia y Lorenzo son alimentados cada tres horas, al día consumen 10 por ciento de su peso corporal, y en promedio ellos llegarán a pesar hasta 500 kilogramos.
La veterinaria, Monserrat Carrasco, comentó que los manatíes son herbívoros, reiterando que no comen nada de carne.
Además comentaron que la especie suele dormir 12 horas al día en lapsos de 20 minutos.
Antonio Sánchez, biólogo del Zoológico comentó que el comportamiento del manatí es generalmente muy tranquilo, además reiteró que entre sus siestas, el animal sale a la superficie a respirar.
“Su actividad es muy tranquila, generalmente se les puede ver jugando, entre ellos nadando alrededor del estanque, el macho Lorenzo siempre está persiguiendo a Claudia y jugando con ella"
Estos mamíferos se distinguen por tener una cola aplanada horizontal en forma de espátula, como de media luna. Los animales se reproducen cada dos años y tienen solo una cría.
Otra particularidad de esta especie es el parentesco con los elefantes, rastro que se puede encontrar en sus pequeñas patas delanteras que pueden ser confundidas con aletas.
Los manatíes han sido cazados, principalmente por su carne y su grasa, aunque en la actualidad sus especies están protegidas. El manatí del Caribe es una especie en peligro de extinción. La expansión humana ha reducido su hábitat natural en muchas áreas.
La cacería indiscriminada redujo drásticamente la población y muchos manatíes han sido heridos por los botes de motor.
MGB