La Academia Mexicana de la Lengua condenó este martes el cierre de la Academia Nicaragüense de la Lengua, ordenado por el Gobierno del presidente Daniel Ortega.
"La Academia Mexicana de la Lengua expresa su más enérgico rechazo a la propuesta de cierre de la Academia Nicaragüense de la Lengua, planteada por la Asamblea Nacional del país centroamericano", indicó el instituto en un pronunciamiento.
La organización mexicana acusó al Gobierno de Nicaragua de "atentar contra la dignidad de sus ciudadanos" por ordenar el sábado pasado el cierre de 83 organizaciones no gubernamentales locales, incluyendo la Academia Nicaragüense de la Lengua.
"Durante más de 93 años, (la Academia Nicaragüense) ha velado en esa nación por la cultura, la educación y el desarrollo de la lengua que nos une: el español", expuso el posicionamiento firmado por el pleno académico, que incluye a personajes como Eduardo Matos Moctezuma, reciente ganador del Premio Princesa de Asturias.
La Academia Mexicana se sumó a la condena de la Academia Ecuatoriana de la Lengua y de la Real Academia de la Lengua Española (RAE).
También este martes, el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, señaló que el posible cierre de la Academia Nicaragüense es "un paso más allá de la opresión" y supone "cortarle la lengua a la gente".
"La Academia Mexicana de la Lengua expresa su solidaridad con los escritores, lingüistas, intelectuales, filólogos y filósofos que forman parte de nuestra Academia hermana y reitera públicamente su repudio por este acto que afecta gravemente la libertad del pueblo nicaragüense", concluyó el pronunciamiento.
En Nicaragua, con el voto de los diputados sandinistas y sus aliados, que son mayoría en la Asamblea Nacional, se ha cancelado la personalidad jurídica de al menos 236 ONG desde diciembre de 2018, ocho meses después del estallido en contra de Ortega, que él calificó de intento de golpe de Estado.
Nicaragua atraviesa una crisis desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.