Autora de “Caperucita en Manhattan”, una versión moderna del clásico infantil, en la que una niña de 10 años que vive en Brooklyn, Nueva York, desea ir sola a Manhattan para llevar a su abuela una tarta de fresa, Carmen Martin Gaite es recordada como una de las escritoras más importantes de la literatura española.
La novela, publicada en 1990, llegó este año a su edición 57, bajo los auspicios de editorial Siruela, en una edición que incluye ilustraciones de la propia autora, quien fusiona literatura fantástica, sueño, realidad y el cuento de hadas.
Martin Gaite nació el 8 de diciembre de 1925, en Salamanca, ciudad donde estudió Filosofía y Letras.
Para 1950, cuenta el sitio “cervantes.es”, se trasladó a Madrid, donde conoció a Ignacio Aldecoa, quien la introdujo en el círculo literario que luego se conocería como Generación del 55 o Generación de la Posguerra.
En 1953 escribió su primer cuento: “Un día de libertad”, aunque en alguna ocasión confesó escribir desde los ocho años, destaca el sitio “escritoras.com”.
Para 1955, publicó su primera obra “El balneario”, con la cual obtuvo el Premio Café Gijón; dos años después escribió “Entre visillos”, obra por la que recibió el Premio Nadal.
Escribió varias obras de teatro, como “A palo seco”, de 1957, o “La hermana pequeña”, de 1959; para continuar con la narrativa y escribir novelas como “Las ataduras”, de 1960; “Ritmo lento”, de 1963, y “Retahílas”, de 1974.
En 1972, hizo su doctorado en la Universidad de Madrid, con la tesis “Usos amorosos del XVIII en España”; para 1976, recopiló su poesía en “A rachas”, para dos años después hacer lo propio con sus relatos en “Cuentos completos”.
De forma paralela, ejercía el periodismo como crítica literaria, en diarios y revistas como "Diario16", "Cuadernos hispanoamericanos", "Revista de Occidente", "El País", "El Independiente" y "ABC".
En 1978, obtuvo el Premio Nacional de Literatura por su novela “El cuarto de atrás”, para así convertirse en la primera mujer en obtener el galardón.
Posteriormente, obtuvo el Príncipe de Asturias de 1988, el Premio Nacional de las Letras en 1994, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes en 1997 y la Pluma de Plata del Círculo de la Escritura en 1999, entre otros.
De acuerdo con el sitio “Biografías y vidas”, sus narraciones se enfocan en recuerdos de personajes femeninos. Así, en “Entre visillos”, de 1958, refleja con una técnica neorrealista la anodina existencia de unas muchachas en el marco de una ciudad de provincias.
En “Ritmo lento”, de 1963, se distanció de esta perspectiva y privilegió los aspectos introspectivos y de comunicación interpersonal. Para “Retahílas”, de 1974, considerada su principal novela, fue una profundización de esta problemática, añadiendo una reflexión sobre el propio hecho narrativo.
Desde ahí, su obra se centraría en el análisis psicológico de las protagonistas, donde repasan su vida y se enfrentan a los fantasmas del pasado.
En “Fragmentos de interior”, de 1976, sobre una familia de clase media en el Madrid de la década de 1960; en “El cuarto de atrás”, de 1978, narra la historia de una escritora que recibe la visita de un desconocido; “Nubosidad variable”, de 1992, cuenta la trayectoria profesional y vital de dos escritoras; “Lo raro es vivir”, de 1995, recuerda el pasado de una mujer, así como “Irse de casa”, de 1998, es una evocación de los recuerdos de un personaje femenino.
En 2000, se le diagnosticó un cáncer que, un mes y medio después le provocó la muerte, el 23 de julio, en una clínica de Madrid.