Habitual en esta cita literaria que cumple en esta edición 30 años, señaló que los temas centrales en sus novelas son el tiempo y el amor, pero en esta ocasión aborda también secretos de familia y la necesidad de saber cosas del pasado para poder entender el presente y saber quiénes somos.
En la novela, la noche del 20 de julio de 1969, mientras la humanidad entera miraba hacia el cielo celebrando que Neil Armstrong estaba a punto de pisar la superficie de la Luna y la familia Guerrero-Santacruz ofrecía una fiesta a sus amigos en el jardín de su finca de Marruecos, la hija mayor, Alicia, era violada, golpeada y asesinada en una playa de Rabat.
50 años después, Helena, su hermana, sigue martirizándose con aquel crimen, pero ahora, cuando ya es una pintora de renombre internacional que vive en Australia, el viaje que la trae de vuelta a Madrid le dará ocasión de intentar resolver el misterio.
"Es el tipo de historia con el que más disfruto: llena de misterios, de secretos ocultos para los personajes", dijo.
La autora, premiada en diversas ocasiones y quien se considera una de las escritores más importantes del género de la ciencia ficción, agregó que además, se combinan elementos que siempre le han interesado.
Entre ellos, el punto de vista de una familia franquicia, la necesidad de ser madre, el dolor de un asesinato sin resolver y otro tema, del que poco se quiere hablar pero que es importante abordar, el de los niños robados, muchas veces en hospitales atendidos por instituciones religiosas.
"Creo que la primera peor cosa que le puede pasar a un ser humano es que se le desaparezca un hijo y no sepa que está muerto, pero lo segundo es que tenga la certeza de que está muerto pero no sepa cómo le ha pasado", remarcó.
Barceló resaltó que siempre ha amado el misterio, "y no hay nada más misterioso que el ser humano, sobre todo en su relación con los demás, además de que todo mundo tiene cosas que preferiría que no se contaran".