En sus respectivas cuentas de Twitter, el director del INAH, Diego Prieto, consideró que la muerte de Graham es una pérdida invaluable para la arqueología, mientras que la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, publicó que los hallazgos del explorador fueron esenciales para una mejor comprensión del universo maya.
Graham fue director emérito y fundador del Corpus de Inscripciones Jeroglíficas Mayas (Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions), del Museo Peabody de Arqueología y Etnología, de la Universidad de Harvard, Estados Unidos.
Se trata de un proyecto que fundó en los años setenta y el cual está integrado por 20 volúmenes, refirió el INAH, en un comunicado.
La incursión de Graham en la investigación de la cultura maya se dio cuando al visitar el Museo Nacional de Antropología, le llamó la atención una estela maya en la que aparecía una figura que se encontraba rodeada de símbolos.
Recorrió diversos sitios arqueológicos de México y Guatemala, en los que registró con fotografías y una minuciosa técnica de dibujo los monumentos de dicha civilización.
Su amistad con la especialista rusa Tatiana Proskouriakoft (1909-1985), del Museo Peabody de la Universidad de Harvard, fue decisiva para que el epigrafista inglés se enfocara en la decodificación de la escritura maya.
A partir de 1958, Graham comenzó la labor sistemática del registro de las inscripciones mayas y planteó que como en el caso de la grafía egipcia, su entendimiento sólo sería posible mediante el registro documental y fotográfico de los monumentos.
Registró monumentos con este tipo de escritura en los sitios mayas mexicanos de Yaxchilán, Chichén Itzá, Uxmal, Edzná, Xcalumkin, y El Resbalón, además de los ubicados en Guatemala y Belice, como Aguateca, Altar de Sacrificios, El Mirador, La Corona, Dos Pilas, Naranjo, Nim Li Punit y Ucanal.
Graham fue reconocido con la Orden del Imperio Británico, cuya condecoración fue otorgada por la Reina de Inglaterra, en 1999, además fue premiado por la Society of American Archaeologists (2004).
También recibió la Orden del Quetzal de Guatemala, en 2007, y la Medalla INAH en 2008, entre otros reconocimientos.