Trabajadores de la marca de moda francesa Sézane se presentaron el 8 de enero en el mercado Teotitlán del Valle, ubicado en Oaxaca, lugar en el que le pusieron prendas de su nueva temporada a un grupo de mujeres zapotecas, a quienes les pidieron bailar para tomarles videos y fotografías; sin embargo, la acción fue difundida por usuarios de redes sociales, mismos que denunciaron que los representantes de la firma se burlaron de ellas.
Tras lo ocurrido, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) de México condenó la decisión de la marca francesa Sézane, ya que consideró los bailes que realizaron como una actividad que atenta contra su dignidad y refuerza estereotipos racistas.
"Estas acciones atentan contra la dignidad de los pueblos y comunidades y refuerzan estereotipos racistas sobre la cultura y las tradiciones indígenas", detalló el INPI.
Mediante un comunicado, el INPI comentó que tiene conocimiento de lo ocurrido con las mujeres zapotecas, por lo que tomará acciones legales. De acuerdo con el INPI, el mismo entablará una relación con las autoridades de Teotitlán y a las mujeres zapotecas para emprender acciones legales conforme a la ley.
Dichas acciones legales que busca emprender el INPI están en concordancia con el artículo dos de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, la cual dice que "los pueblos y las personas indígenas son libres e iguales a todos los demás pueblos y personas y tienen derecho a no ser objeto de ningún tipo de discriminación en el ejercicio de sus derechos, en particular la fundada en su origen o identidad indígenas".
Asimismo, se apegará a lo que dice el artículo 21 de la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, mismo que destaca que los pueblos y comunidades podrán solicitar la intervención de la autoridad competente.
INPI llama a marcas a no explotar a comunidades indígenas
El instituto mexicano le pidió a las empresas y marcas privadas para que dejen de explotar a los pueblos y comunidades indígenas como un “capital cultural”, ya que las personas no son objetos de indumentaria, sino sujetos de poseedores de derechos y de un vasto patrimonio cultural.
El gobierno mexicano ha dirigido cartas a distintas empresas y firmas de ropa, con el fin de pronunciarse en contra de la apropiación cultural indebida en diseños textiles de las comunidades indígenas de Oaxaca.
Además, el gobierno nacional invitó a las marcas a desarrollar un trabajo respetuoso de las comunidades indígenas, siempre respetando el marco ético que no socave su identidad y la economía de los pueblos nacionales.
KT