El erotismo y los pensamientos más íntimos de Frida Kahlo quedaron inmortalizados en Puebla. Solo dos años antes de morir, la artista mexicana estuvo de paso por la ciudad y dejó un breve testimonio de su creación en esta ciudad, donde plasmó parte de su inconsciente en una obra que ha logrado pasar desapercibida.
Esta creación lleva por nombre “Puebla de los Ángeles”, un título que aparece en la obra y con el que también la bautizó el Museo Blastein según se aprecia en su colección y donde se refiere que el año de creación fue 1952.
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Aunque no se trata de la obra más elaborada por parte de la icónica Kahlo, la complejidad radica en los detalles: un pene chorreando fluidos, una vagina con un enérgico color rojo y, desde luego, el rostro de su eterno Diego, con quien pasó la mayor parte de sus días en una relación tan emblemática como tormentosa.
“Puebla de los Ángeles”, la obra de Frida Kahlo más ligada al erotismo
No fueron muchas las pinturas que elaboró Frida Kahlo tomando en cuenta que fue su mayor ocupación. Apenas 152 obras componen su repertorio según asegura la BBC, muchas de ellas perdidas, regaladas o simplemente olvidadas.
Precisamente esta fue la suerte con la que corrió “Puebla de los Ángeles”, una obra poco vista y también poco exhibida, pues el único testigo que existe sobre la misma es la representación hecha sobre papel con lápices de color y digitalizada por la Colección Andrés Blastein, con un tamaño de apenas 22x29 centímetros.
Además de los rasgos ya mencionados hay otros elementos que pueden saltar a la vista como son los dedos de una mano sujetando una esfera, los nombres de los filósofos Karl Marx, Friedrich Engels, el expresidente de la Unión Soviética Vladimir Il’ich Leniny el de Iósif Stalin, expresidente del Consejo de Ministros de la Unión Soviética.
La obra “Puebla de los Ángeles” fue elaborada un 13 de octubre muy probablemente en la capital poblana; en su esquina inferior derecha aún se aprecia la firma de la artista que termina con un cordial “con amor FRIDA”, mientras que dos ojos y un perro también forman parte de esta obra al parecer pintada sobre un cuaderno.
Sobra decir que Frida Kahlo murió un 13 de julio de 1954, solo 22 meses después de haber elaborado esa pieza.
Si bien sus obras no alcanzaron su esplendor en vida, en la época posterior e incluso en la reciente es considerada como una de las máximas exponentes del arte mexicano en todo el siglo XX.
EG