El grupo yihadista que el 17 de agosto de 2017 mató a 15 personas en Barcelona y dejó 100 heridos en la ciudad vecina, Cambrils, también tenía planeado un atentado tres días después en el Camp Nou, durante el partido entre Barcelona y Real Betis, donde Andrés Guardado fue titular.
Después de varias indagaciones, los investigadores determinaron que además del atentado contra la Torre Eiffel, en París, y la basílica de la Sagrada Familia, en Barcelona, los terroristas pretendían atacar la casa del conjunto blaugrana.
Estas conclusiones fueron posibles gracias a que los investigadores analizaron el teléfono de uno de los terroristas, Mohamed Hichamy, donde encontraron múltiples búsquedas en internet sobre el estadio del equipo catalán, realizadas una semana anterior a los atentados, con la finalidad de recabar datos sobre el inmueble, como horarios y accesos.
Andrés Guardado fue presentado con el Betis un mes antes del fallido atentado.