Fue un día que seará imposible de olvidar. El 26 de enero del año pasado, nadie se imaginaba, ni tenía en la mente la noticia que le dio la vuelta al mundo.
En la tarde de ese domingo se confirmó lo que no se quería creer. Falleció el legendario basquetbolista, Kobe Bryant junto a su hija Gianna y otras siete personas en un accidente de helicóptero cerca de Los Ángeles, California.
Bryant tenía 41 años de edad después de una carrera que lideró a los Lakers de Los Ángeles a cinco campeonatos y claramente se estableció como uno de los mejores jugadores en la historia.
Kobe y los Lakers llegaron a siete Finales de la NBA y ganaron las ediciones 2000, 2001, 2002, 2009 y 2010.
Pero la noticia de Kobe pegó alrededor del mundo porque su éxito llegó más allá del deporte. Bryant fue uno de esos pocos deportistas que rompen las barreras es lo que sucede cuando eres el mejor jugador de la NBA de su época con los Lakers de Los Ángeles.
Su 'Mamba Mentality' se convirtió en una inspiración para los atletas a lo largo del planeta y de otras instituciones.
Una vez que se retiró Kobe Bryant al final de la temporada 2016 sus éxitos no se detuvieron. Ganó un Oscar en el 2017 por la producción de su Corto Animado, 'Dear Basketball'. Estaba más involucrado que nunca en la vida de sus hijas, de su esposa.
En ese helícoptero iba rumbo a un evento del equipo de basketball de su hija Gianna.
Con el fallecimiento de Kobe dio tristeza porque parecía que todavía le quedaba mucho más que hacer. Tener impacto positivo en tantos temas sociales, como el apoyar a sus hijas en su carrera como la de Gigi que tenía la ambición de llegar la WNBA, la Liga Femenil de Baloncesto de Estados Unidos.
Tenía apenas 41 años, con muchos capítulos por terminar. Muchas veces cuando un deportista se retira y se olvidan. Parecía que todavía le faltaba mucho más a Kobe que dar al mundo y eso es lo que todavía duele a un año de su fallecimiento, que será difícil de olvidar.