Cada lunes, cuando el reloj marca las 21:00 horas, las calles aledañas a la Arena Puebla se tiñen de color, emoción y un murmullo que anticipa la batalla… ¡Lucharán a dos de tres caídas!
En la esquina de 13 Oriente y 4 Sur, un edificio de ladrillos rojos y aires nostálgicos se convierte en el epicentro de la pasión por la lucha libre. No es solo un recinto; es un templo sagrado, un pedazo de historia viva donde las leyendas del pancracio mexicano han escrito su poesía con llaves, golpes y máscaras sudadas.
El Templo del Dolor: 72 años de gloria
Inaugurada el 18 de julio de 1953, la Arena Puebla vio su primer combate con un cartel de ensueño: El Santo, Cavernario Galindo y El Verdugo enfrentándose a las estrellas de la época como Tarzán López y Black Shadow.
Desde entonces, el ring ha sido testigo del paso de Blue Demon, Perro Aguayo, Atlantis, Místico y Octagón, nombres que resonaron entre sus paredes y forjaron el mito.
Hoy la tradición sigue viva gracias a la familia Mar Robles, encabezada por Benjamín Mar, quien heredó de su padre, Manuel Robles, la administración y, sobre todo, el amor por este deporte-espectáculo.
"Es el templo del dolor, el lugar sagrado de la lucha libre en Puebla", afirmó Mar en entrevista con TELEDIARIO.
Arena Puebla: semillero de gladiadores
Pero la Arena Puebla no solo alberga estrellas consagradas; también es cuna de nuevos talentos. Maestros como Black Tiger, King Jaguar y Police Man han moldeado a figuras emergentes como Stigma, Rey Samuray, Asturiano y Pegaso, quienes hoy llevan en alto el legado del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL).
Dentro del recinto, el espectáculo no se limita al ring. Es una sinfonía de emociones: el grito del anunciador, el trajín de los vendedores de cerveza, el aroma de las cemitas lucheras y el bullicio de los fanáticos que gritasn groserías a modo de catársis a los técnicos o abuchean a los rudos. Todo mientras los luchadores dibujan en el aire suicidas, planchas y llaves que arrancan ovaciones.
Más que un deporte, la lucha libre es identidad mexicana
La lucha libre es un símbolo de México, reconocido mundialmente por su teatralidad, técnica y folclor. Y la Arena Puebla es uno de sus santuarios más auténticos, donde cada lunes se revive esa magia.
Así que, si alguna vez pasas por Puebla, no dejes de visitar este rincón donde el dolor se convierte en arte, las máscaras en leyendas y los gritos en historia. Porque aquí, entre cuerdas y lona, late el corazón de la lucha libre ¿Ya conoces la Arena Puebla?
ERV