La FIA, que rige la Fórmula 1, dijo el jueves que planea introducir cambios para reducir o eliminar el "porpoising" o efecto rebote que ha afectado a los autos esta temporada, luego de que Lewis Hamilton sufriera fuertes dolores de espalda durante el Gran Premio de Azerbaiyán del domingo.
La entidad sostuvo que había emitido una directiva técnica a los equipos antes del Gran Premio de Canadá de este fin de semana que establece las medidas que pretende tomar.
Esto incluye pasos a corto plazo como un escrutinio más detallado de los tablones y patines debajo del automóvil para determinar el diseño y el desgaste, así como la definición de una métrica que establecerá un límite cuantitativo de cuánto pueden rebotar los coches.
La fórmula para determinar esta métrica aún se estaba analizando, dijo la FIA, y se invitó a los equipos para que contribuyeran en el proceso.
El organismo también tiene previsto convocar una reunión técnica con los equipos para definir medidas a mediano plazo que reduzcan la tendencia de los monoplazas a los rebotes.
No se espera que ninguna medida esté en vigor para la carrera de este fin de semana en Montreal.
"En un deporte en el que los competidores conducen de forma rutinaria a velocidades superiores a los 300 km/h, se considera que (...) la fatiga o el dolor excesivos experimentados por un conductor podrían tener consecuencias significativas si resultaran en una pérdida de concentración", dijo la FIA.
La F1 introdujo una revisión radical de las reglas este año que ha visto a los autos generar una parte significativa de su carga aerodinámica desde la parte inferior del piso. Esto ha conducido al denominado "porpoising", también conocido como efecto marsopa, en la que los autos rebotan dramáticamente a altas velocidades, como el movimiento de una marsopa en el agua.
Los equipos se han visto afectados en diversos grados, con Mercedes y Ferrari entre los más afectados.
Tras la carrera en Bakú, Hamilton fue visto agarrándose la espalda cuando salía de su Mercedes y el jefe del equipo, Toto Wolff, planteó la posibilidad de que el siete veces campeón se pierda la carrera canadiense. El piloto dijo en las redes sociales el lunes que estaba dolorido, pero que no se perdería la carrera en Montreal "por nada del mundo".
Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, cuyos autos no parecen verse afectados por el efecto rebote, sugirió después de la carrera de Bakú que los competidores podrían estar exagerando el problema para asegurar un cambio de reglas favorable.
AM