Luego de lo que implicó la pandemia en todos los ámbitos, la Liga Mexicana del Pacífico tiene el reto de seguir creciendo como espectáculo familiar para regresar a los niveles de asistencia que se tuvieron en 2018 y 2019, señaló el presidente de la liga del invierno, Carlos Manrique González.
El directivo estuvo en el Estadio Mobil Super en el tercer juego de la serie de los Sultanes de Monterrey contra los Tomateros de Culiacán.
Manrique González admitió que ha asumido el reto de mantener la inercia de crecimiento y consolidación financiera que ha tenido Liga del Pacífico.
“Buscamos continuar con el legado, es una gran liga, una gran responsabilidad, sabemos que es la segunda liga más importante del país después de la Liga MX de futbol, para mí es un reto, es un compromiso”, declaró el dirigente.
“Y el reto es mantenernos y seguir creciendo en términos de todos los indicadores que son importantes para nosotros como es la asistencia, la economía de los equipos, las inversiones que puedan llegar, la audiencia televisiva, el número de socios comerciales, patrocinadores, etcétera”.
Reconoció que en este momento todavía puede haber aficionados que no se animan a acudir a espectáculos públicos, como medida preventiva luego de los meses de contagios.
Indicó que la llegada de Monterrey a la liga del invierno ha sido positiva porque se trata de una organización de tradición, con una gran estructura y con un grupo de personas que conocen de beisbol y que saben cómo se maneja la industria del deporte.
La llegada de Sultanes y hace unos años atrás de los Charros de Jalisco le ha dado a la Liga del Pacífico una imagen más nacional y no tanto regional, como antes se percibía.
“Queremos regresar a los niveles pre pandemia, tal vez no sea este el mejor año, me refiero en términos de récord, lo que queremos es regresar a los niveles del 2019, 2018, llevar más de 3 millones y pico de aficionados que estén en los parques”, expuso Manrique González.
“Lo más importante que queremos recordarles es que vengan las familias, el beisbol es un deporte super familiar, super tranquilo, donde históricamente no hay violencia, es impresionante ver la cantidad de niños, de jugadores de Ligas Pequeñas que vienen a los parques así que ese es el mensaje”.
Dijo que la serie que se vivirá en noviembre en Arizona entre los equipos de Obregón y Mexicali es experimento que les dará la pauta para pensar en llevar más adelante otros juegos a ciudades del sur de los Estados Unidos.
No descartó la posibilidad de que se puedan presentar juegos del Pacífico en plazas como Saltillo, Monclova o la Ciudad de México, siempre teniendo como punto de partida la comunicación con la Liga Mexicana de Beisbol que encabeza, Horacio de la Vega.
MN