Varias decenas de miles de aficionados de la selección nacional belga festejaron este domingo en Bruselas el regreso a casa de los 'Diablos Rojos' y su tercer puesto en el Mundial-2018, donde su selección consiguió la mejor posición de su historia en el torneo. La Grande Place de Bruselas se tiñó de negro, amarillo y rojo este domingo.
Ocho mil personas, el número máximo autorizado en ese lugar concreto por motivos de seguridad, desafiaban al fuerte calor para poder ver a los jugadores.
En las calles vecinas se habían colocado pantallas para que los hinchas pudieran seguir la ceremonia y luego la Final del Mundial. Los 23 jugadores que volvieron de Rusia fueron recibidos primero por los reyes de los belgas y luego acudieron al Ayuntamiento de Bruselas, en plena Grande Place, con un autocar descubierto.
Los jugadores disfrutaron relajados de la jornada y fueron apareciendo uno a uno en el balcón, ovacionados por la multitud. Antes del tercer puesto de esta edición, la mejor posición belga era el cuarto lugar de México-1986. En las calles de Bruselas había un cierto resentimiento contra los franceses, antes de que éstos disputaran la final del Mundial ante Croacia.