Si Tomas Berdych pensó que su primera experiencia en un torneo ATP en México sería un paseo, después de superar su duelo de segunda ronda en menos de una hora, el francés Adrian Mannarino lo hizo cambiar de idea en los cuartos de final.
El checo, 13 del ranking y habitual Top 10, lució incómodo toda la noche, sobre todo con su servicio, pero se recuperó justo a tiempo para avanzar a las semifinales del Abierto de Los Cabos (4-6, 6-3 y 6-4).
El galo, 42 del mundo y que solo le había robado un set a su rival en cuatro enfrentamientos, se mostró seguro, llegó a estar arriba por un quiebre en el tercero, pero no fue capaz de completar la obra.
Mannarino mostró sus cartas desde el inicio y se quedó con el saque de su rival en el primer game, luego mantuvo el suyo y esperó por el paso de los juegos.
A pesar de tener la ventaja, el francés siempre fue una amenaza. Tuvo tres oportunidades de break para ponerse 4-1, pero las dejó escapar, pero él no sufría con su servicio, menos potente que el del checo, pero más constante.
Una gran zurda cruzada resumió el capítulo y colocó la pizarra 5-3, mientras Berdych resistía para alargar la manga y confiar en que con el paso del tiempo recuperaría su nivel.
Adrian, que ya tenía dos victorias en Los Cabos, no dudó y cerró el episodio con su saque, 6-4.
El segundo set fue distinto. Berdych mejoró y con agresividad le arrebató un servicio a su adversario, para ponerse 3-1.
De nuevo, el semifinalista en Wimbledon este año caminó por la cuerda floja en el quinto game, al enfrentar una oportunidad de quiebre que resolvió, antes de cerrar con dos aces.
El partido se volvió extraño a partir del séptimo game. En el primer punto, Berdych detuvo las acciones al asegurar que la bola había salido, la repetición lo desmintió, pero el checo siguió con los reclamos.
Con una gran zurda paralela, Mannarino consiguió tres chances de break, y convirtió la última con un buen revés, para acercarse en la pizarra 3-4.
Necesitaba conservar el saque para empatar el capítulo. Empezó bien, y se puso 40-0, pero después se desinfló, la profundidad de Tomas lo complicó, y el checo tuvo una oportunidad de rompimiento, que concretó con calidad; del posible 4-4, el francés pasó al 3-5.
Berdych no perdonó y con su servicio igualó el partido a un set.
En el primer game del tercero, el galo explotó el flojo revés de su rival, y en el siguiente juego se encontró con tres posibilidades de romper, concretó la segunda con una gran devolución.
Con su servicio, Mannarino volvió a pasar del 40-0 al 40-40, pero no permitió que fuera más allá y se colocó 3-0.
La estabilidad que había mostrado el galo en el duelo se extravió en el séptimo game, cuando entregó su servicio con una doble falta.
Esto despertó el hambre de Berdych que encontró la forma de regresar al partido al poner el marcador 4-4.
Después volvió a arrebatarle el saque a su adversario y concluyó el partido con su saque con un 6-4 que minutos antes lucía imposible.
Mannarino no supo cerrar, pero le demostró al primer sembrado de Los Cabos que tendrá que sudar aún más para ganar el torneo.