Aunque parezca broma, existe una persona que sin tener talento con el balón se volvió futbolista profesional, sin embargo, nunca jugó. Se trata de Carlos Henrique Raposo, mejor conocido como El Kaiser, por su parecido con Franz Beckenbauer, el cual tuvo una carrera (si se le puede decir así) de 13 años.
“Los clubes han engañado y engañan mucho a los futbolistas. Alguno tenía que vengarse por todos ellos”, señaló Carlos Kaiser.
Y es que, a lo largo de su trayectoria futbolística el hombre militó en clubes como Botafogo, Flamengo, Bangu, Fluminense, Vasco da Gama, América, Puebla de México, El Paso de Estados Unidos y Gazélec Ajaccio de Francia.
Según llegó a relatar en algún momento el propio “ex futbolista”, durante su carrera, fingía estar lesionado y cobraba su sueldo, además de que sacaba provecho de esto para conquistar mujeres.
Carlos Kaiser llegó al club Puebla, pero solo estuvo seis meses dentro de este equipo y posteriormente consiguió contratos en otros equipos gracias a sus amigos en el medio futbolístico como Carlos Alberto Torres, Renato Gaúcho, Romário, entre otros. De esta manera Botafogo, Flamengo y Fluminense se hicieron de sus servicios, sin embargo, en todo momento, fingió lesiones y faltaba a los entrenamientos.
Sin embargo, según relata, la mayoría sabía el objetivo que tenía, por lo que no decían nada sobre su comportamiento.
"Los jugadores lo sabían, pero todos eran amigos míos. Los periodistas (a los que pagaba para que le publicasen reportajes) ... nadie me persiguió", explicó.
Kaiser contó las formas en las que eludía el entrar al campo de juego, señalando que la ocasión que más cerca estuvo de hacerlo se peleó con aficionados y fue expulsado antes de que pudiera entrar a la cancha.
De igual manera, falsificó un informe médico con un amigo dentista para justificarse con el presidente de uno de sus equipos quien lo cuestionó por no jugar nunca.
“Y en otro club en el que jugué, trajeron a un sacerdote de magia negra para realizarme rituales para que mi moretón sanara. Le estaban pagando bien, pero me acerqué a él y le dije: "Toma tu dinero, amigo. No me pasa nada. Coge tu dinero y no te molestes en hacer lo tuyo porque tengo la intención de permanecer lesionado por el resto de mi vida", relató.
A su vez, relató que el ser futbolista lo volvió un imán para las mujeres.
"Soy el mejor futbolista que nunca jugó al fútbol... Me acosté con 1000 mujeres y fingí estar lesionado toda mi carrera", declaró.