Los Chargers acababan de provocar el cuarto intercambio de balón de los Chiefs el domingo y el coach de Los Ángeles, Brandon Staley, tuvo que tomar una decisión crucial en cuarta oportunidad y menos de un minuto por jugar en un partido que estaba empatado.
Mandar a su pateador a intentar un gol de campo de 48 yardas, a pesar que de Tristan Vizcaino ya había fallado un punto extra, o jugársela con su ofensiva comandada por Justin Herbert.
“Queríamos dejar el balón en manos de Justin. Queríamos que él fuera quien decidiera el partido”.
Herbert lanzó un pase que resultó en una interferencia de pase en contra del defensivo de los Chiefs DeAndre Baker y la primera oportunidad. Después encontró a Mike Williams en jugadas consecutivas, incluida una anotación con 32 segundos por jugar que le dio la victoria a Los Ángeles 30-24 sobre los cinco veces campeones defensores de la división Oeste de la AFC.
En un choque de equipos que pelearán el campeonato divisional, fue la tercera victoria para los Chargers (2-1) en cuatro viajes a Kansas City, que deja a los dos veces campeones de la Conferencia Americana, Chiefs (1-2) en el sótano de su división.