Pasan los días y aún no existen noticias contundentes en Santos Laguna.
¿A qué me refiero con “noticias contundentes”?
Es muy fácil: Carlos Izquierdoz continúa lesionado y no hay un suplente confiable que pueda reemplazar al capitán en las primeras jornadas del próximo campeonato (dudo que Cali llegue en plenitud a la Jornada 1).
¿Hay opciones?
No, no las hay. Debutar a juveniles suena arriesgado.
¿Andrés Murillo?
Pues… cómo diría Oswaldo Sánchez en su pasado santista: “es lo que hay”.
Lamentablemente Andrés Murillo “es lo que hay”. Este futbolista ha pasado desapercibido durante su estancia en La Laguna. Es un elemento que no aporta nada, son constantes sus problemas de lesiones y no ha demostrado su etiqueta de “extranjero”.
Como en alguna ocasión lo mencioné: Andrés Murillo habla más en Instagram y fuera de la cancha.
Por este último punto, el jugador colombiano ha intentado buscarme por redes sociales y fuera de las jornadas laborales.
Le molesta que hable la verdad de él. Y a mí no me interesa su vida privada, al contrario, que bueno que la tenga, es libre como muchos de nosotros.
Pero es inaudito que se le vea y hable más en algunos centros nocturnos de la ciudad. Y no haga, mínimo, un intento de ganarse el respeto y el reconocimiento de la afición. No se le ve comprometido y pareciera que “otras cosas” le importan más que una consolidación con el equipo que le dio oportunidad de salir de su país.
Incluso en días pasados me hizo llegar el siguiente mensaje: “con dinero hago que te corran”.
¿Se molesta porque yo hago mi trabajo? ¿Miento al criticar su desempeño en la cancha?
Murillo llegó a Santos Laguna con buen cartel y con cualidades que se pueden explotar aquí, las cuales no se pueden tirar a la basura.