Una pobre entrada se vivió para la ceremonia de inauguración de la Copa Confederaciones Rusia 2017.
Un Krestovsky Stadium con gradas semivacías en la apertura de un certamen que es entremés de lo que esperará a los países en un año, en el Mundial de 2018.
Para el silbatazo inicial del partido, la entrada mejoró; sin embargo, los grandes huecos en el recinto fueron los protagonistas en los primeros minutos de la fiesta de las naciones.