Lukas Bates corrió el Maratón de Londres disfrazado como el Big Ben, uno de los símbolos más icónicos de Inglaterra.
Bates compitió de esta particular manera por dos buenas razones: intentar romper el récord Guinness del mejor tiempo hecho en un maratón vestido de un lugar emblemático de un país en la rama varonil.
Además de correr para recaudar fondos para la investigación del Alzheimer debido a que dicha enfermedad ha afectado a su familia; su abuela está luchando con la condición mientras que su “nanny” falleció el año pasado.
Lukas no logró romper el récord ostentado por Richard Mietz de tres horas 34 minutos y 34 segundos; a la hora de cruzar la línea Bates tuvo problemas debido a que su disfraz era demasiado alto.