Dak Prescott lució confundido en el lanzamiento de la moneda, antes del partido. Luego, compensó de sobra ese caótico episodio con el árbitro Walt Anderson.
Prescott lanzó dos pases de anotación, Ezekiel Elliott aportó otro par de touchdowns mediante sus acarreos y los Cowboys de Dallas aplastaron el domingo 44-21 a los Rams de Los Ángeles.
El quarterback de Dallas hizo pensar a muchos que los Cowboys buscarían inexplicablemente despejar en el comienzo de cada una de las dos mitades del partido. Ganó el “cara o cruz” para definir qué equipo recibiría el balón en la primera serie del partido.
Eligió “patear”, antes de aclarar que prefería “posponer” para la segunda mitad la oportunidad de comandar el primer ataque. El capítulo fue la comidilla en las redes sociales, en momentos en que los Cowboys arrastraban una racha de tres derrotas consecutivas, su segunda en la campaña.
El árbitro esclareció la confusión y Dallas (7-7) no tardó en aclarar también que enderezaría el camino. Los campeones defensores del Este de la Conferencia Nacional permanecieron empatados en la cima de esa débil división con los Eagles de Filadelfia, a quienes enfrentarán la próxima semana.
Los Rams (8-6), que necesitaban ya de ayuda para colarse en los playoffs, dieron otra pobre exhibición, una semana después de su partido más impresionante de la campaña, una victoria sobre Seattle.