Los Cowboys de Dallas hicieron un gesto de unidad previo a su partido contra los Cardinals de Arizona, pero no fue durante la interpretación del himno nacional.
Todo el plantel se arrodilló junto al dueño Jerry Jones y su familia antes que se desplegara una gigantesca bandera de Estados Unidos, lo que provocó que recibieran algunos abucheos de los aficionados de los anfitriones Cardinals. Se agarraron de las manos al levantarse previo al himno.
Jones es un reconocido simpatizante del presidente Donald Trump y se desconocía si el equipo iba a protestar durante el himno, como ocurrió en los partidos de la jornada del domingo en la NFL.
Los Cowboys se arrodillaron cerca del centro del campo.
Por su parte, los Cardinals se congregaron en una de las zonas de anotación como grupo, algunos agarrándose de los brazos durante el himno. El dueño de los Cardinals Michael Bidwell, su familia y el gerente general Steve Keim les acompañaron.