CdMx.- Quien lo vio jugar no duda en ponerlo como el máximo referente mundial del futbol. Quien nunca lo pudo hacer, poco puede dudar sobre el legado que dejó Diego Armando Maradona. Lo cierto es que 'D10S' era más que un hombre corriendo detrás de un balón; quien quiera poner en duda su importancia en la historia de la humanidad, carecerá de argumentos para defender sus ideas.
Con el balón en los pies, hay poco que discutir, Maradona deslumbró en cuanta cancha se postró. El Mundial de México 86 lo ganó siendo el líder y estandarte de todo un país. Cuatro años más tarde en el de Italia 90, se quedó a un triunfo de ser bicampeón. Lo cierto es que en la década los 80 se cansó de ganar cosas: campeón de Argentina, Italia, Copa de España y una infinidad de distinciones individuales son suficiente prueba de ello.
Y sí, no faltará el que salga con el argumento de que era un drogadicto. Pero cuando más grande es la figura, mayor es la lección para el resto de los mortales. En la Copa del Mundo de 1994, Maradona dio positivo en un control antidopaje, "le cortaron las piernas" según dijo horas después. Lo cierto es que para esa época, miles de jóvenes a nivel mundial fueron testigos de cómo las drogas pueden terminar con la carrera de una persona.
No es ninguna víctima, pero Maradona es suficiente ejemplo de lo que podemos crear como sociedad. Ya lo decía Eduardo Galeano en su reflexión, "Aquellos que lo buscan, esos mismos que lo incomodan hasta en su hogar. Esa televisión que lo idolatra y le marca la agenda, son aquellos que lo liquidan cuando hace algo mal. Su pecado, no ser perfecto".
El Diego, aunque no lo aparente, también es arte y cultura. Rodrigo 'El Potro' lo inmortalizó en una canción que se escucha en cualquier centro nocturno del mundo, 'La Mano de Dios' es hit mundial y aunque en menor medida, Andrés Calamaro también le dedicó una canción a Maradona.
"Es un ángel y se le ven las alas caídas" recita Calamaro. Y es que Maradona tiene hasta bandas con su apellido como nombre de la agrupación.
Su temperamento podrá gustar o no. Como en aquel documental en Dorados donde se muestra una persona sumamente tajante hasta con la afición. Pero bueno, trate usted de recibir la atención que tenía Maradona sin quebrarse. Diego nunca fue un santo, pero sí gambeteó a cuantas personas quisieron colgarse de su fama.
¿O se imagina usted que hubiera una religión con su nombre? Ese no es tema menor y la 'Iglesia Maradoniana' se siente muy orgullosa de tenerlo a él como deidad. Películas tampoco le hacen falta, el astro argentina incluso inspiró a Kusturica para desarrollar un filme que nos acerca un poquito más a conocer el fenómeno que es Diego Armando Maradona.
Hoy le decimos adiós a Maradona. A su cuerpo, porque su legado como figura es mucho más grande de los errores que pudo cometer. No olvidemos, que Diego sólo quería jugar futbol, un día equivocó el paso y pagó las consecuencias de una vida con excesos. Pero ni en ese momento, el 'D10S' dejó que se criticara al futbol.
CGG