Patrick Mahomes tomó por asalto la NFL durante la campaña pasada. Apenas en su primer año como titular revolucionó la posición de quarterback con 50 pases de touchdown y un viaje a la antesala del Super Bowl al frente de los Chiefs de Kansas City, lo que le valió el nombramiento de Jugador Más Valioso de la NFL.
El lunes, dejó en claro que su impacto va más allá de las fronteras, adueñándose de la explanada del Estadio Azteca en la capital mexicana.
Y aunque no lució tan espectacular como en otras ocasiones, Mahomes condujo a los Chiefs de Kansas City a un triunfo por 24-17 sobre los Chargers de Los Ángeles.
El ambiente multicolor durante la visita de la NFL a la Ciudad de México quedó salpicado predominantemente de rojo y marcado por el número 15 del joven pasador de los Chiefs, quien ha sido incluso capaz de alterar lealtades deportivas.
“Le vamos a Kansas City desde esta temporada”, reconoció Alex en compañía de su hijo de 7 años, ambos enfundados en el jersey de Mahomes. “Nuestro equipo (Dallas), iba muy mal y Mahomes es la razón por la que le vamos ahora a Kansas”.
Edson y Susy viajaron desde Guadalajara, 553 kilómetros (343 millas) al occidente de la capital para ver a Mahomes. Sin empacho, admitieron que su afición por los Chiefs tiene apenas tres años. El hecho de que el quarterback tenga el mismo tiempo en la liga no es coincidencia.
Otros fanáticos tienen en cambio una fidelidad tal hacia su equipo que decidieron acompañarlo en el viaje al sur de la frontera.
Darrell Jones, residente de Dallas, reservó los pasajes a México con la intención de seguir a Kansas City, la ciudad donde nació hace 36 años. Su pasión por los Chiefs es anterior a la llegada de Joe Montana, no digamos de Mahomes, al equipo.
Sin embargo, incluso él reconoce el efecto que ha tenido el quarterback de 24 años en el público.
“México nunca ha visto al MVP, así que será increíble”, dijo Jones, sorprendido por el número de seguidores que encontró en México. “Los fanáticos mexicanos son increíbles. Es un ambiente especial”:
La visita de Mahomes y la oportunidad de consolidar su romance con la afición mexicana llega con un año de retraso. La NFL suspendió el encuentro de la campaña anterior entre los Chiefs y Rams de Los Ángeles debido al mal estado del césped del estadio.
En esta ocasión, el inmueble se engalanó con un pasto tan perfecto que asemejaba una alfombra verde, si bien algunos trozos se fueron desprendiendo con el desarrollo del partido. Y las tribunas, finalmente, se pudieron vestir de rojo.
En realidad, se vistieron también de otros colores. Muchos seguidores de equipos no involucrados en el encuentro del lunes decidieron acudir al Azteca con indumentaria de esos conjuntos.
Abundaron los jerseys de los Patriots, los Cowboys, los Steelers, los Dolphins, los Packers y los 49ers.
En un partido donde los Chargers eran nominalmente el equipo de casa, el apoyo que brindaron los espectadores estuvo bastante dividido entre los dos equipos. No es nada nuevo para un equipo que suele sentirse como visitante en Los Ángeles, donde no ha conseguido arraigo en los dos años transcurridos desde que se mudó de San Diego.
La conducta de los fanáticos mexicanos durante el partido fue ejemplar. No aparecieron los rayos láser con los que algunos espectadores molestaron a los jugadores en 2016, durante un partido entre los Raiders de Oakland y los Texans de Houston. Tampoco resonó una sola vez el grito homofóbico que le ha generado sanciones a la Federación Mexicana durante los partidos de la selección nacional y que los aficionados habían emitido también en partidos anteriores de la NFL, cuando algún pateador realizaba un despeje.
Esta vez, coro más audible fue el de la canción “Cielito Lindo”. Para los mexicanos, el regreso de la NFL fue una suerte de reivindicación tras el amargo episodio del año pasado.
“Fue una decepción, pero al fin se logró”, comentó Juan Carlos, en referencia a la cancelación del encuentro de 2018.
Por primera vez, este aficionado vio en vivo a los Chiefs, el equipo del que se enamoró en 1991.
Los años de su lealtad quedan de manifiesto en su descolorida camiseta de Derrick Thomas, el linebacker miembro del Salón de la Fama que falleció en febrero de 2000, por un accidente de tránsito.
“La mayoría de los jerseys que ves son de Mahomes”, comentó. “Es raro ver más viejos”.
Pero es comprensible.