El pasado 3 de octubre Kim Kardashian vivió una verdadera pesadilla en París, cuando un grupo de hombres armados ingresó al lugar donde se hospedaba con el fin de robar sus pertenencias más preciadas.
En medio del asalto la estrella de Keeping Up With The Kardashians fue amarrada, amordazada y encerrada en el baño mientras los delincuentes reunían un gran botín valorado en unos 10 millones de dólares.
La mayoría de los objetos robados por estos antisociales fueron joyas, entre las cuales destaca el costosísimo anillo de compromiso que Kanye West le regaló a Kim cuando pidió su mano, y cuyo costo se estima alrededor de los 4.5 millones de dólares.