Jeff Miller, vicepresidente ejecutivo de la NFL, informó este jueves que los ingenieros de la liga examinan el casco del quarterback Patrick Mahomes, que se rompió en el partido de la ronda de comodines entre Kansas City Chiefs y Miami Dolphins, jugado bajó una sensación térmica de hasta 30 grados celsius bajo cero.
"Obviamente las condiciones durante ese partido eran extremas y pudieron haber contribuido a la rotura de ese caso", aseveró el ejecutivo.
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El incidente sucedió el pasado 13 de enero en el duelo en el que los Chiefs se impusieron 26-7 a los Dolphins en el Arrowhead Stadium, hogar de Kansas City.
Ocurrió en una jugada en el tercer cuarto; Mahomes salió de la bolsa de protección en carrera hacia la zona de anotación, a un par de yardas de las diagonales chocó casco contra casco con DeShon Elliott, acción en la que un pedazo del casco del quarterback salió disparada, algo que en teoría no debía suceder.
Los oficiales le indicaron al mariscal de campo que no podía continuar con su protección rota en el terreno, por lo que Mahomes fue a la banca para colocarse su casco de reserva, el cual tardó varias jugadas en ajustar.
La NFL pidió el casco a los Chiefs para saber si fue el frío fue lo que causó que se rompiera o fue un defecto del fabricante.
"Queremos saber cómo funcionan los cascos no sólo en situaciones óptimas para jugar al fútbol, sino también en situaciones extremas", apuntó Jeff Miller.
A pesar de este incidente, el vicepresidente de la liga subrayó la confianza de la NFL en la seguridad que aportan los cascos a sus jugadores.
"Esto es algo que sucede muy raramente y estamos agradecidos por ello. El trabajo que han realizado los fabricantes para crear cascos cada vez mejores con tecnología cada vez más avanzada es impresionante", concluyó.
Rja