Nick Kyrgios continúa siendo el chico malo del tenis. Le gusta agregar un picante extra al deporte.
En la primera ronda del Abierto de Australia venció a Liam Broady. Luego les dio un poco más de show a los asistentes en Melbourne Park al aceptar un trago de cerveza tras la victoria.
Kyrgios en un principio dudaba si aceptaba el trago de los aficionados. Pero le gusta complacer a su público.
El australiano avanzó a la segunda ronda donde enfrentará a Daniil Medvedev.