El centrocampista mexicano Andrés Guardado, que ha dejado el Betis después de seis años y medio para fichar por el Club León de su país, afirmó este viernes en su despedida oficial que se siente "bético" y lo será siempre, y que esta separación del club andaluz para regresar a México "no es un adiós", sino "un hasta luego".
En el acto del adiós al 'Principito' organizado por el Betis en su Ciudad Deportiva Luis del Sol, el legendario internacional del 'Tri', la selección mexicana, recordó que "hace diecisiete años" llegó a Europa, con 20 años tras su fichaje desde el Atlas al Deportivo de La Coruña en 2007, y se envolvió en la "bandera de México", algo que ahora extiende a la del Real Betis.
"Intenté llevar la bandera de México a donde fui, representando a mi país, y siempre decir 'Andrés, el mexicano', pero a partir de ahora me llevo mi bufanda bética y seré 'Andrés, el mexicano bético'", recalcó Guardado, de 37 años.
El mediocampista tapatío, nacido el 28 de septiembre de 1986 en Guadalajara (estado de Jalisco), se mostró emocionado por el cariño recibido en su despedida por los dirigentes del Betis, con su presidente, Ángel Haro, a la cabeza, el técnico chileno Manuel Pellegrini y todos sus compañeros, y confió en haber dejado un legado en el equipo verdiblanco.
"Espero que dentro de unos años, cuando la gente se acuerde de mí, diga Andrés Guardado es uno de los nuestros, porque me siento así. Soy bético de toda la vida, desde chiquitito -bromeó-, y quiero mucho al club, a la ciudad y a la afición. Para mí no es fácil tomar esta decisión por todo lo que representa, pero esto no es un adiós, es un hasta luego; estoy segurísimo", recalcó.
Andrés Guardado, que entrecruzó palabras cariñosas hacia Joaquín Sánchez, otra leyenda del Betis y el futbolista con más encuentros disputados en la historia de LaLiga, estuvo acompañado por su familia y entregó simbólicamente el brazalete de primer capitán bético al mediapunta francés Nabil Fekir.
Al final de un emotivo acto de despedida, en las instalaciones en las que el mexicano se entrenó durante las últimas seis temporadas y media para sumar 218 partidos oficiales con el Betis, 5 goles, 17 asistencias y el título de la Copa del Rey de 2022, fue manteado por sus compañeros como gesto de gratitud y de cariño hacia un futbolista mexicano que deja una huella imborrable en el beticismo y en el club del barrio sevillano de Heliópolis.