La junta directiva del FC Barcelona cerró este lunes el ejercicio económico 2023-24 con una reunión extraordinaria, revelando un saldo negativo de 91 millones de euros en pérdidas netas, según comunicó oficialmente el club.
A pesar de este panorama financiero negativo, el equipo catalán presentó algunos aspectos positivos en su balance, destacando un resultado ordinario con un beneficio de 12 millones de euros, un dato que refleja la capacidad de generar ganancias en la operativa diaria del club, incluso después de enfrentar desafíos importantes como la mudanza temporal del primer equipo de fútbol.
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Este traslado, forzado por las reformas del Camp Nou, hizo que el Barcelona se mudara al Estadio Olímpico Lluís Companys, una decisión que repercutió fuertemente en los ingresos del club, el cual dejó de percibir más de 100 millones de euros por este motivo.
Sin embargo, lo que más impactó en el resultado global del ejercicio fue la necesidad de hacer frente a gastos extraordinarios, que ascendieron a 141 millones de euros antes de impuestos. Estos gastos estuvieron vinculados principalmente al impago de algunos socios inversores en la sociedad Bridgeburg Invest SL, que en 2022 adquirió el 49% de Barça Vision, una unidad clave en la estrategia de digitalización y crecimiento del club.
A pesar de estas dificultades financieras, el FC Barcelona también reportó importantes hitos en cuanto a ingresos. Uno de los aspectos más destacados fue el "récord histórico de ingresos procedente de patrocinios", que superó los 210 millones de euros. Esta cifra representa un avance significativo en la estrategia comercial del club, que ha logrado consolidar alianzas clave con importantes patrocinadores.
Además, BLM, la empresa encargada de gestionar las licencias y la mercadotecnia del Barcelona, alcanzó una facturación cercana a los 110 millones de euros, un incremento del 72% desde su creación en 2018, lo que subraya el crecimiento sostenido en esta área y el éxito en la expansión de la marca Barça a nivel global.
Otro de los logros financieros del club en el ejercicio 2023-24 ha sido el beneficio récord en la venta de jugadores, alcanzando más de 80 millones de euros gracias a las transferencias de futbolistas como Ousmane Dembélé, Franck Kessié, Nico González, Abde, Chadi Riad y Marc Guiu.
Un aspecto clave en la mejora de las finanzas del Barcelona ha sido la reducción de su masa salarial, un objetivo prioritario para la junta directiva en los últimos años. El club ha conseguido rebajar 170 millones de euros en este apartado, pasando de 670 millones a poco más de 500 millones.
Este ajuste ha sido fundamental para que el Barcelona pueda cumplir con las regulaciones financieras de LaLiga y, al mismo tiempo, poder seguir invirtiendo en nuevas incorporaciones y renovaciones clave sin poner en peligro su estabilidad económica.
De cara al futuro, la junta directiva del Barcelona ha presentado sus previsiones para la temporada 2024-25, con un enfoque optimista.
El presupuesto proyectado para el próximo ejercicio contempla unos ingresos en patrocinios de 250 millones de euros, lo que refleja la confianza del club en seguir atrayendo y consolidando importantes acuerdos comerciales. Además, se prevé un beneficio ordinario de 5 millones de euros, una meta que, aunque modesta, marca el compromiso del club por mantener una operativa eficiente y equilibrada.
El cierre del ejercicio económico 2023-24 y las proyecciones para la temporada 2024-25 deberán ser aprobados por la Asamblea General de Compromisarios, un paso esencial para validar la gestión financiera del club y garantizar el respaldo de los socios en los planes futuros.