Seis meses después de anunciar que se iba a Arabia Saudí para ayudar a dar relieve a los atrasos sociales en el país, Jordan Henderson ha salido espantado de Oriente Medio, sin cobrar un solo duro, con su reputación dañada y rumbo a una liga menor como la holandesa para tratar de reavivar su carrera.
Henderson, que ya está en Amsterdam para firmar por el Ajax, cavó su propia tumba al anunciar el pasado verano que se marchaba al Al-Ettifaq de Arabia Saudí, pese a su constante lucha por los derechos de la comunidad LGTB. El que fuera capitán del Liverpool era un habitual de las campañas de la federación inglesa y de la Premier League para visibilizar los derechos de esta comunidad, pero renunció a sus valores por embolsarse un sueldo de 350.000 libras (408.000 euros) semanales.
A Henderson se le tachó en Inglaterra de hipócrita y el pueblo no dudó en abuchearle cada vez que fue convocado con la selección. El futbolista se escudó con que su marcha a Arabia fue para visibilizar al colectivo en un país en el que la homosexualidad es ilegal. "Creo de verdad que que juegue en Arabia es algo positivo", dijo en septiembre en una entrevista con The Athletic.
Nadie compró su argumento y mientras su carrera futbolística se debilitaba en una liga más que menor, su reputación se iba por el sumidero, mientras que otros compañeros suyos que también acabaron en Arabia, como Roberto Firmino, Sadio Mané y Fabinho se iban de rositas del escarnio público.
Después de seis meses en el Al-Ettifaq, Henderson, sin embargo, terminó su cruzada por los derechos LGTBI y decidió que su estancia en Arabia Saudí había llegado a su fin. Filtró su intención de marcharse y buscó salidas. Lo ideal para él hubiera sido volver a la Premier, pero su hueco en el fútbol europeo lo encontró en el Ajax, club de nivel que le puede mantener en las convocatorias de Gareth Southgate, que le convocó sin problemas pese a estar en la liga saudí.
Y la pérdida toda su reputación, labrada durante más de una década en Anfield, puede haberle no reportado ningún beneficio económico. Según informó esta semana 'The Telegraph', Henderson podría no percibir ni una libra de su salario, por su decisión de diferir los pagos de su sueldo para no pagar impuestos en el Reino Unido. Según la legislación británica, si una persona pasa más de 90 días al año en el país, tendrá que pagar impuestos en él. Henderson, que preveía pasar el límite en visitas a familiares, amigos y concentraciones con Inglaterra, decidió retrasar el cobro de su salario, pero ahora podría quedarse con las manos vacías, ya que el Al-Ettifaq podría no abonarle nada por sus seis meses en el club debido a la abrupta salida.
La marcha de Henderson de Arabia Saudí se debe a razones personales, al no estar contento con la vida diaria en la ciudad de Dammam, y en las próximas semanas o meses tendrá que explicar los motivos de su decisión.
De momento, su presencia con Inglaterra es una incógnita, pese a que el centrocampista siempre ha cumplido con el apoyo de Southgate.
"No entiendo que le abucheen", dijo en octubre el seleccionador. "Ha jugado 80 veces para Inglaterra. Su rol tanto dentro como fuera del campo ha sido muy importante y ha ayudado a muchos jóvenes en el equipo. Ha sido un ejemplo para muchos".